Pepa Bueno o cómo reciclarse profesionalmente después de bucear en el amarillismo

Decía Ana Rosa Quintana hace unos meses que podría volver a presentar un programa informativo pues había pasado la mitad de su carrera en el mundo de la información. Aquellas declaraciones sorprendían a propios y extraños pues para su público actual resultaría extraño verla como un busto parlante intentando dar credibilidad a las noticias.

Algo así pudieron pensar muchos de Pepa Bueno. La periodista extremeña había estado durante ocho años al frente de Gente, un programa donde se encargaba cada tarde de dar noticia de la crónica de sucesos en nuestro país con bastante dosis de morbo; cuando fue elegida por la dirección de Informativos de TVE para presentar sus respetados y muy valorados Desayunos.

Resultaba sino curioso imaginarse a Bueno entrevistando a políticos o empresarios después de haber buceado por el amarillismo en estado puro. Pero nada más lejos de la realidad. La extremeña marcó excelentes datos de audiencia y gustó tanto a los responsables de TVE, que le encomendaron la difícil misión de presentar la consolidada segunda edición del Telediario.

Bueno ha estado más que a la altura. La periodista se estrenó en septiembre liderando las audiencias con un excelente 19,7% de audiencia y colándose diariamente entre los cinco espacios más vistos del día.

En octubre más de lo mismo. Bueno afianzó su liderazgo subiendo 7 décimas pero sobre todo consolidó su credibilidad y profesionalidad al frente de unos informativos.

La extremeña ha conseguido que el público le prefiera en días donde la actualidad informativa estaba al rojo vivo con la guerra de Caja Madrid o el caso Gürtel. Y eso, no se paga con un buen share.

La 1 acumula 26 meses de liderazgo informativo y parece ser que entre Bueno y Ana Blanco, los Telediarios tienen larga vida en el trono de las audiencias.