El planeta errante (o no tanto) de Péret Dolset
El sueño húmedo de Ignacio Péret Dolset (grupo Zed) llega a su país de origen, España, tocado y medio hundido. Planeta 51 ha sido vilipendiada por
El sueño húmedo de Ignacio Péret Dolset (grupo Zed) llega a su país de origen, España, tocado y medio hundido. Planeta 51 ha sido vilipendiada por la crítica americana y condenada rápidamente al exilio por la industria hollywoodiense, que casi nunca deja ganar dinero a los forasteros en tierra prometida.
Vaya por delante una apreciación fundamental para todos aquellos que hayan caído ya en este concienzudo proceso de intoxicación: nunca jamás se ha hecho en España una película de animación cuya calidad se acerque lo más mínimo a ésta. Por eso, sólo por eso, Planeta 51 merece, al menos, un aplauso de cortesía.
Ahora bien, abierta la comparación con los grandes blockbusters infantiloides del cine yanqui, comparación pretendida por sus hacedores, Planet 51 tiene todas las de perder. El problema es que el planeta de Dolset recuerda demasiado a otros planetas. Sus dibujos están inspirados descaradamente en los de míticas producciones de Pixar, sin duda el referente para cualquier estudio de animación. El diseño de muchos de los personajes de esta historia de marcianos recuerda sobremanera a los rostros inolvidables de películas como Wall-E o Monstruos S.A.
El tono de la película, pretendidamente infantil, sin embargo, se asemeja más al de la mayoría de las películas de Dreamworks, si exceptuamos quizá Shrek. No deja de ser curioso que siendo Joe Stillman (coguionista de Shrek, precisamente) el responsable del libreto de Planeta 51, el humor de esta cinta sea tan pueril, erróneo, inofensivo, irrelevante.
La NASA ha tenido mucho que ver en esto. Tras un arduo proceso de negociación, la agencia espacial vendió sus derechos de imagen a los responsables de Planeta 51 a cambio de la supresión de numerosos chistes, que no les parecían apropiados. Así, el uniforme del astronauta que protagoniza la película ganó una insignia, mientras el film perdió parte de su potencial socarrón y satírico. Mal negocio.
Por lo demás la cinta funciona bien, es agradecida con los detalles visuales y narrativos, aunque incorpora la acción con arritmias. Algunos han visto en el argumento (un astronauta será considerado un alienígena en un planeta poblado de individuos de color verde) una copia a la inversa del E.T. de Spielberg. Parte de razón tienen. Pero algunos preferimos ver en este hecho un cierto empeño hipertextual. La cinta está poblada de referencias al cine de ciencia-ficción. No hay nada malo en eso. Lo verdaderamente reprochable es la falta de originalidad cuando se abandonan esas referencias.
LO MEJOR: Sí, es española.
LO PEOR: Salta con demasiada facilidad de la simple cita al calco descarado.
El sueño húmedo de Ignacio Péret Dolset (grupo Zed) llega a su país de origen, España, tocado y medio hundido. Planeta 51 ha sido vilipendiada por la crítica americana y condenada rápidamente al exilio por la industria hollywoodiense, que casi nunca deja ganar dinero a los forasteros en tierra prometida.