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El síndrome Resines o cómo 'Perdidos' encerró a sus seguidores en un 'Gran Hermano'
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El síndrome Resines o cómo 'Perdidos' encerró a sus seguidores en un 'Gran Hermano'

Guerra en la red por el desconcertante final de Perdidos. Mientras algunos seguidores desencantados han entendido que todos estaban muertos y las seis temporadas han sido

Guerra en la red por el desconcertante final de Perdidos. Mientras algunos seguidores desencantados han entendido que todos estaban muertos y las seis temporadas han sido fruto de la agonía del protagonista de la ficción, Matthew Fox, otros hablan de un verdadero experimento psicológico por parte de sus creadores.

" Clarísimo. La última escena con los títulos de crédito, es la clave. El avión se estrella y mientras Jack muere sueña todo lo que ha pasado, hasta que palma", comenta un seguidor en el foro de la serie en la web de Cuatro.

"Jack (Fox) es una persona que anhela una vida distinta, que su agónica imaginación se encarga de regalarle antes de morir (…) La historia parte precisamente de su resistencia a aceptar su propia muerte", explica por su parte Alfredo García en CadenaSer.com. "La trama se basa en sus miedos, su sufrimiento, sus frustraciones y, sobre todo, sus deseos", añade.

Sin embargo, muchos ‘losties’ se niegan a aceptar este final y demuestran que "todo lo ocurrido en la isla sucedió", ya que así lo explica el padre del protagonista, Christian Shepard, al final del episodio. "Todo lo que te ha pasado es real (…) A todos nos llega la hora. A algunos antes, a otros después".

"Los guionistas han plasmado la muerte de tal forma que Jack y todos los demás, como habían pasado los mejores momentos de su vida en la isla, quieren morir con aquellas personas que les han aportado esa felicidad; las personas a las que quieren. De tal forma, que todos ellos al morir llegan a un sitio indefiniado en el que vuelven a unirse para afrontar la muerte juntos", explica uno de los lectores de El Confidencial.

Asimismo, y para los más escépticos a aceptar esta teoría, al final del episodio aparece una zapatilla envejecida que ya aparecía en el primer episodio tras el accidente del Oceanic 815.

¿Qué es la isla?

Pero entonces, ¿qué es la isla?, ¿y el humo negro?, ¿qué significan los números?, ¿qué es la iniciativa Dharma? Son cuestiones secundarias, nada importa; ya que como ocurre en la vida, en Perdidos quedan misterios por resolver y, al final, en el momento de la muerte, sólo importan las vivencias, los sentimientos. 

"Perdidos no ha sido una serie de televisión, ha sido una experiencia", explica el blog Zona Negativa. "Los guionistas se han reído de nosotros (...) Esto es el verdadero experimento psicológico DHARMA, tener a medio mundo comentando una serie sin llegar al mínimo acuerdo", comenta otro seguidor en el blog de Perdidos en Cuatro.

Además, para echar más lecha al fuego, los guionistas mostraron en el late night de Jimmy Kammel dos finales alternativos donde se 'burlaron' de los miles de teóricos que tuvo la serie a lo largo de sus seis temporadas. En ellos, los actores principales parodiaron el final de Los Soprano y se convirtieron en concursantes del reality show Supervivientes.

Experimento o no, Perdidos llegará a su verdadero fin (o no) cuando salga a la venta la sexta temporada en DVD, según avanza el portal Lostpedia, la enciclopedia de la serie en internet. Citando a la web americana Entertainment Weekly, esta web explica que el contenido extra de la última temporada de la serie aclarará "algunos asuntos" en algo más de 20 minutos.

Teorías, guerras, islas o humos aparte, lo cierto es que Perdidos ha terminado, pero ha comenzado la leyenda de una serie que convirtió su desenlace en un evento histórico. Las personas mueren para siempre cuando no se habla de ellas, Perdidos morirá cuando no se hable nunca más de ella. De momento, parece difícil.

 

Guerra en la red por el desconcertante final de Perdidos. Mientras algunos seguidores desencantados han entendido que todos estaban muertos y las seis temporadas han sido fruto de la agonía del protagonista de la ficción, Matthew Fox, otros hablan de un verdadero experimento psicológico por parte de sus creadores.