Maribel Verdú: "Desnudarme me da una pereza que te mueres a los 40"

¿Qué tienen en común Amantes, La buena estrella, Belle Epoque, o Y tu mamá también? Maribel Verdú nunca ha tenido reparos en mostrar su cuerpo, si el guion bien lo merecía. Ahora, la evolución natural de su carrera, o tal vez la madurez, ha reducido considerablemente los desnudos de la actriz en el cine.

"Realmente es por pereza. Hace años lo hacía, pero me da una pereza que te mueres a estas alturas, sobre todo porque cuando ya has hecho las cosas en su momento, como que no apetece repetirlas todo el rato". Y eso que la intérprete de Tetro considera que, a sus casi 41 años, está incluso "mejor que hace unos años".

Afortunadamente para ella, ya no se la requiere tanto para el desnudo. "Por suerte ahora buscan a otras", señaló la actriz a Vanitatis durante la presentación de la nueva colección de maquillaje de la firma Yves Saint Laurent para el verano.

Por otra parte, Verdú, que estos días rueda el largometraje hispano-italiano Como estrellas fugaces, de la directora Anna Di Francisca y pronto se meterá en la piel de la madrastra de Blancanieves ("Me divierte mucho hacer de mala malísima") en una película muda y en blanco y negro, se mostró encantada por la elección del distribuidor y productor Enrique González Macho como presidente de la Academia de Cine, que sustituye así al director de cine Álex de la Iglesia.

"Me parece maravilloso. Creo que lo va a hacer muy bien porque es un tío muy grande y sabe mucho. Yo quiero a González Macho como no te puedes imaginar. Soy muy amiga suya, de su hijo y de la mujer de éste, que es una directora estupenda con la que he trabajado hace muy poco".

Aunque a la actriz le hubiera parecido bien cualquiera de los dos candidatos. "A Bigas Luna le quiero mucho, al igual que a González Macho. Son dos amigos muy queridos. Si hubiera salido Bigas también me hubiera alegrado mucho. Ha sido Macho y me alegro enormemente", confesó sonriente a Vanitatis.

"La cirugía estética es algo que me aterra"

Maribel Verdú, sin embargo,  se muestra mucho más reacia a la cirugía estética que a los desnudos en el cine. "Yo no sé si es bueno o no. Lo que sí te puedo decir es que a mí me aterra. Eso de tocarme la cara me da un miedo horrible porque nosotros vivimos de esto. El día de mañana me gustaría estar como Sally Field, Holly Hunter, Frances McDormand o Annette Bening y no que me dé algo y empieze a retocarme. Porque una vez que empiezas no acabas. Espero no tocarme, pero no puedo decir nada porque no sé qué pasará por mi cabeza cuando tenga 64 años".

No obstante, la actriz de El laberinto del Fauno y Siete mesas de billar francés. que destaca sus ojos como la parte del cuerpo de la que está más orgullosa, es de la opinión de que cada uno puede elegir libremente. "Hay gente maravillosa, gente preparadísima, que admiro muchísimo y se opera. No sé qué pasa en ese momento por nuestra mente. Pero creo que no hay que prejuzgar".

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