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Garci reabre el debate sobre las 'trampas' en el cine español para cobrar subvenciones
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Garci reabre el debate sobre las 'trampas' en el cine español para cobrar subvenciones

Justo en un momento clave para el futuro del cine español, cuando el Ministerio de Cultura y el sector acaban de empezar a negociar un nuevo

Justo en un momento clave para el futuro del cine español, cuando el Ministerio de Cultura y el sector acaban de empezar a negociar un nuevo modelo de financiación, el sospechoso incremento de recaudación de la última cinta de José Luis Garci Holmes & Watson: Madrid Days ha vuelto a reabrir el debate sobre las posibles trampas que se han producido durante los últimos años en nuestro cine para recibir sustanciosas subvenciones públicas. 

Desde la productora en cuestión se guarda silencio. Nadie coge el teléfono. Nadie explica cómo es posible que la cinta haya pasado de proyectarse de tres a diecisiete salas en su séptima semana o incrementar su recaudación en un 5.302,7%. Tampoco quieren entrar a comentar el asunto la distribuidora World Line Cinema. "Eso es algo que debe aclarar la productora", se limitan a comentar. También se declaran mudos desde la Federación de Cines de España o la Asociación de Cine.

Sin embargo, en los medios ya se especula con la posibilidad de que la productora de Garci haya comprado entradas de forma masiva con el objetivo de llegar a los 35.000 espectadores, lo que permite obtener una ayuda suplementaria del ICAA -el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales".

Las ayudas oficiales a la amortización se conceden dependiendo del resultado en taquilla de una película. Una producción que alcanza los 35.000 espectadores se hace merecedora de una ayuda suplementaria del Instituto de Cine (ICAA). Estas ayudas a la amortización de películas ascienden a un 15% (hasta un máximo de un millón de euros) de la recaudación bruta, en carácter general, que obtenga durante los doce primeros meses de su exhibición comercial en España.

Prácticas fraudulentas

No obstante, a pesar del revuelo causado, este tipo de prácticas fraudulentas no son nuevas en nuestro cine. Ejemplos hay miles, aunque quizá el que mejor lo demuestra es el cierre hace ahora un año de los míticos Cines Luchana de Madrid después de que la propietaria de la sala (Cines Emergentes S.L.) fuera multada por el ICAA por falsificar datos de taquilla.

Justo en esa fecha El Confidencial también revelaba que el productor Salomon Shang se habría embolsado en subvenciones 1.918.526,45 euros gracias a estas prácticas. Es más, con la cinta El viatge a la llum, tercer viatge, que sólo había tenido una audiencia de 70 espectadores, consiguió una ayuda de 93.225,98 euros. "Todo el mundo sabía lo que estaba haciendo pero cerraba los ojos, hasta que Catafal destapó el tema. Y sólo hace falta tener un poco de sentido común para ver que era imposible recaudar las fortunas que decía. Porque hay que tener en cuenta que algunas de sus películas recaudaban tanto como producciones de Hollywood que llegaban con las entradas vendidas”, explicaban por entonces a este portal fuentes del sector.

También han hablado de estos fraudes importantes personalidades del sector. Ignasi Guardans, exdirector general del ICAA, confesaba en una entrevista a El Periódico de Catalunya en octubre de 2010 que "ha habido fraude en las subvenciones al cine, pero como ha habido fraude en las subvenciones agrícolas o en cualquier otro sector (...) Hay productores que han vivido muy alegremente, haciendo unos cálculos financieros en los que tenían un enorme peso la ayuda ministerial, la ayuda autonómica y las televisiones públicas".

Asimismo, el actor Alfredo Landa habló de este asunto en sus memorias. "¿Cómo llegas a recaudar en dos semanas esos trescientos mil euros de taquilla para recuperar el 33 por ciento del presupuesto? Pues es muy fácil, aunque haya gente que no se lo crea: comprando las entradas. Que sí, hombre, que sí, que la mitad de los productores las compran. La tira de entradas compran. Hombre, evidentemente no van al Capitol y le dicen a la taquillera: 'Póngame una ristra que aquí traigo diez millones'. Tienen sus canales, sus contactos con los exhibidores".

Hacia un nuevo sistema

Sin embargo, éstas son unas prácticas que tiene los días contados. Y es que, tanto el sector como el Gobierno comparten la reflexión crítica sobre el actual modelo de financiación del cine. Por todo ello, ambas partes han acordado constituir una Comisión Mixta de trabajo con el objetivo de elaborar un nuevo modelo de financiación sensato y viable para el sector cinematográfico, con vocación de perdurar en el tiempo.

En ella participarán, por parte de la Administración General del Estado, además del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, otros departamentos ministeriales con competencias en cine y audiovisual. Por parte de la industria del cine, además de los productores (FAPAE y PROA), estarán representados distribuidores, exhibidores y televisiones públicas y privadas.

Pero, ¿cómo será esa nueva ley? Desde el sector simplemente se ha anunciado que en este nuevo modelo de negocio “el cine será el que pague al cine y, por lo tanto, saldrá de los Presupuestos Generales del Estado". Poco más se sabe. Sin embargo, algunas voces apuntan a que este sistema podría guardar cierto parecido con el francés, en el cual el dinero destinado al cine nacional proviene de las entradas de películas, la venta de DVD, las televisiones y consumo de material cinematográfico.

Justo en un momento clave para el futuro del cine español, cuando el Ministerio de Cultura y el sector acaban de empezar a negociar un nuevo modelo de financiación, el sospechoso incremento de recaudación de la última cinta de José Luis Garci Holmes & Watson: Madrid Days ha vuelto a reabrir el debate sobre las posibles trampas que se han producido durante los últimos años en nuestro cine para recibir sustanciosas subvenciones públicas.