El primer 'jefe infiltrado' en ser descubierto: "Me sentí muy avergonzado"

LaSexta estrena este miércoles la segunda temporada de El Jefe infiltrado, el formato en el que un alto directivo de una compañía se infiltra en ella para conocer el corazón de su empresa, saber cómo trabajan sus empleados, detectar los problemas o las malas prácticas que pueda haber en ella y descubrir grandes valores profesionales y humanos que desconocían. En esta nueva etapa crece el riesgo, la implicación de los jefes, los momentos difíciles y los descubrimientos inesperados, cuyas nuevas entregas se sumergen en sectores y empresas que jamás habían mostrado sus entrañas de una forma tan profunda, intensa y arriesgada.

Además, los protagonistas de la nueva edición se enfrentarán a sí mismos en complicadas situaciones y, por primera vez, aplicarán sanciones ante prácticas inaceptables que de no ser por su infiltración jamás habría descubierto. Este será el caso de Nicolás, propietario de una empresa de lavado de coches y el primero de los jefes que se infiltrarán en esta nueva tanda de capítulos. Vanitatis ha podido hablar con él horas antes de la emisión de su episodio:

PREGUNTA: ¿Qué le motivó a participar en El jefe infiltrado?

RESPUESTA: Vi en el programa una gran oportunidad para darnos a conocer más. Para mí fue un movimiento muy arriesgado porque nunca sabes a ciencia cierta cuál va a ser el efecto, pero finalmente decidí arriesgarme.

P: ¿Qué ha aprendido durante la experiencia?

R: Me di cuenta de que interesarse por las personas ­– de dónde vienen, cómo es su vida, porqué están allí…– te abre los ojos y te ayuda a entender un poco mejor la realidad.

P: De lo que descubrió, ¿qué fue lo que más le sorprendió y cuál fue su reacción?

R: Me llevé más de una mala sorpresa. Vi que algunos empleados de mi lavadero hacían una mala gestión del agua y reaccioné muy mal. Duele ver que las personas que trabajan para ti se pasan por el forro las reglas inamovibles de la empresa.

¿Y cómo evitan los jefes ser descubiertos por sus trabajadores? Para no levantar suspicacias entre los trabajadores – de los cuales, muchos ya conocían el programa – El Jefe infiltrado ha ideado nuevas y sólidas coartadas con el fin de evitar que el protagonista fuera descubierto. Para ello, el programa creó una falsa empresa, una productora dedicada al desarrollo de programas de fomento de empleo. Un supuesto intercambio televisado de trabajadores de otros países, un programa de cambio de roles en los que una mujer trabaja en el puesto de un hombre y viceversa o un concurso para elegir al empleado del mes son algunos de los presuntos programas de televisión tras los cuales ha resultado creíble la presencia de cámaras.

A esta coartada se le suma un cada vez más sorprendente cambio de look, imprescindible para que el jefe pueda pasar por un nuevo empleado dispuesto a todo para aprender y conocer de primera mano los secretos del negocio. Unas caracterizaciones que han conseguido que los jefes en ciertas situaciones se sientan otras personas completamente distintas.

Sin embargo, todas las precauciones serán pocas en el primer episodio. En la entrega inicial de la segunda temporada, el jefe es desenmascarado por una empleada que le acorrala y amenaza con quitarle la peluca personalmente si él mismo no se la quita.

P: A pesar de ir disfrazado, una de sus empleadas le descubrió, ¿cómo se vivió ese momento?

R: El más difícil de todo el programa. Era la chica con la que más trato había tenido. Al principio estaba dudosa y yo creí que le había engañado, pero con el tiempo mi forma de hablar y mi acento francés me delataron. Me sentí muy avergonzado porque ves lo engañada que se siente la otra persona y en un primer momento se lo tomó como un ataque hacia ella.

P: ¿Cree que haber aparecido en televisión puede beneficiar a su negocio?

R: Los empleados que han salido en el programa, pese a que tienen sus defectos, poseen una actitud muy buena y positiva ante el trabajo. Estoy convencido de que la gente va a ver la transparencia y la buena gestión que hacemos.

Tras un intento fracasado con la productora BocaBoca en 2011 y el título El jefe, Atresmedia readquirió los derechos de Undercover Boss dos años más tarde para crear nuevamente la adaptación española del formato, en esta ocasión, junto a Eyeworks - Cuatro Cabezas y con el título El jefe infiltrado. Esta segunda intentona arrasó en los índices de audiencia con una media de más de 2,3 millones de espectadores y el 12,2%, convirtiéndose en el estreno de entretenimiento más visto en la historia de LaSexta con casi tres millones de espectadores (2.882.000) y el 16,5%.