Ni Risto, ni Ramoncín ni mucha audiencia

Operación Triunfo se despidió ayer de los espectadores con la final menos vista de su historia. Era fácil de prever. Esta edición se ha caracterizado por cosechar datos tibios cada semana, que hablan a las claras del desgaste del formato.

Lo que jamás había ocurrido es que una final de Operación Triunfo tuviera menos espectadores que la gala inicial de la temporada. Ayer, solo el 19% del público, 2.268.000, vieron la gala. No es un mal dato tal y como están las cosas en el espectro, pero es con creces la peor final de la historia de Operación Triunfo.