Will Smith tropieza con la Cienciología
El mundo quiere a Will Smith. Su carisma y simpatía hacen que el público empatice con la estrella y la gente acuda en masa a los
El mundo quiere a Will Smith. Su carisma y simpatía hacen que el público empatice con la estrella y la gente acuda en masa a los cines. Desde el 2002 todas sus películas (excepto Siete Almas, que a pesar de ser masacrada por la crítica rozó los 70 millones de dólares en 2008) han superado la barrera de los 100 millones de dólares en EE.UU. Una línea moral que separa el éxito del fracaso en la taquilla norteamericana.
Todo parecía indicar que su último estreno, After Earth, seguiría los pasos del resto de su filmografía y se convertiría en un taquillazo. Una película de ciencia ficción, protagonizada junto a su hijo y con un director necesitado de una mano que recondujera su carrera: nada hacía prever el descalabro.
En su primera semana no sólo no consiguió el número uno de la taquilla (lo mantuvo Fast & Furious 6), sino que una película con muchas menos expectativas comerciales como Now you see me recaudó más dinero que el filme de Will Smith. Resumiendo, tras cuatro semanas After earth no ha llegado ni a los 60 millones de dólares, con un presupuesto de 130. Un rotundo fracaso.
La, más que probable, apología de la Cienciología que realiza la película puede haber sido uno de los factores que hayan provocado un rechazo del público. Desde la primera crítica que vio la luz de After Earth, las comparaciones con la "comunidad religiosa" de L. Ron Hubbard han sido incesantes. Sobretodo en EE.UU, donde acumula tantos admiradores como detractores. Críticos tan influyentes como Manohla Dargis de The New York Times cree que los estudiantes de la Cienciología podrán reconocer sus máximas sin dificultad, mientras que desde Vulture van mucho más lejos, añadiendo que la película es "una carta de amor a la Cienciología".
Para argumentar lo que podía haber quedado en simples coincidencias, The Hollywood Reporter encargó una crítica de la película a alguien que no tiene nada que ver con la revista: Marc Headley, un exmiembro de la Cienciología que llegó a trabajar en las oficinas centrales de la secta y que incluso recibió asesoramiento de Tom Cruise. Una vez abandonó esta creencia Headley escribió Blown For Good: Behind the Iron Curtain of Scientology , un libro en el que critica con dureza su antigua "religión".
Tantas voces claman en la misma dirección que hasta la propia institución ha tenido que emitir un comunicado que publica en su web nextmovie.com en los que niega que After Earth sea apología de sus postulados, argumentando que tiene tanto que ver con la Cienciología como otras películas como El señor de los anillos o Star Wars, obras que van sobre héroes superando sus miedos y obstáculos.
Habrá que analizar punto por punto, cuáles son las bases en las que se asientan estas críticas.
1º Will Smith
El actor nunca ha declarado ser miembro de la Cienciología. Siempre que se le ha preguntado al respecto se ha definido como un cristiano estudiante de todas las religiones. Aunque también ha tenido comentarios agradables hacia esta secta: "Creo muchas de las ideas de la Cienciología, son brillantes y revolucionarias y no religiosas".
Todos los rumores se ven acrecentados por dos hechos, su íntima amistad con Tom Cruise, imágen de marca de los cienciólogos, y la noticia publicada por Fox News en 2008 en la cual se hacía un estudio a las donaciones que Smith daba a diferentes organizaciones. El actor entregó ese año 122.500 dólares a diferentes asociaciones que pertenecen directamente a la Cienciología. Esto se consideró un guiño de complicidad con esta "religión".
2º El mensaje de la película
La frase promocional de la película, y leitmotiv de la historia, ya supone toda una declaración de intenciones y supone el mayor punto de unión entre After Earth y la Cienciología. "El miedo no es real. Es producto de pensamientos que tú has creado. El peligro es real, pero el miedo es una opción".
Las enseñanzas de L. Ron Hubbard, padre de esta creencia, insisten siempre en que los miedos no nos dejan ser felices y nosotros mismos. Por ello entrenan para olvidarse de ellos y poder vivir en paz. En el filme, resulta imprescindible desprenderse del miedo, ya que la sustancia que desprende nuestro cuerpo al temer algo es lo que atrae al alienígena que persigue a Jaden Smith.
Por lo tanto After Earth y la Cienciología comparten una misma idea central: con miedo no se puede vivir.
3º Los engramas
Según la biblia de la Cienciología, la Dianética, existen dos tipos de recuerdos. Los primeros, son todo lo que vemos, oímos u olemos en una situación normal y se guardarían en la memoria activa. Luego están aquellas imágenes, que ellos llaman engramas, que se guardan en la mente reactiva. Son recuerdos inconscientes que grabamos en otras vidas, en nuestra estancia en el vientre materno, de niños, o en situaciones traumáticas. De esas situaciones recordamos todo, el ruido que sonaba en ese momento, el olor...
Así cuando alguno de esos elementos aparezca de nuevo en nuestra vida la mente provocará ansiedad y comportamientos irracionales por miedo a que vuelva a pasar esa situación. La finalidad de la Cienciología es que esas memorias que atemorizan a las personas se eliminen.
En After Earth el personaje de Jaden Smith no puede dejar atrás sus miedos por un acontecimiento traumático de su pasado. Lo que sería un engrama para la Cienciología. En forma de flashbacks la película va mostrando este hecho según el propio personaje va asimilándolo. Una vez que lo haya hecho triunfará en su propósito de ser racional y olvidarse del miedo.
4º Las auditorías
Para que una persona pueda avanzar dentro de las fases de la Cienciología e ir perdiendo sus miedos, necesita el asesoramiento de un mentor, alguien con una preparación superior a él dentro de la secta que le vaya guiando paso por paso en este proceso. Este entrenamiento se llama auditorías.
Una vez se han superando se está capacitado para ser una persona consciente de todos sus actos y capaz de controlarlos. Esa persona podría estar incluso horas sin parpadear. Esto se pudo observar a la perfección en la escena del adiestramiento de la película The Master, de Paul Thomas Anderson, y biografía apócrifa de la Cienciología.
El mundo quiere a Will Smith. Su carisma y simpatía hacen que el público empatice con la estrella y la gente acuda en masa a los cines. Desde el 2002 todas sus películas (excepto Siete Almas, que a pesar de ser masacrada por la crítica rozó los 70 millones de dólares en 2008) han superado la barrera de los 100 millones de dólares en EE.UU. Una línea moral que separa el éxito del fracaso en la taquilla norteamericana.