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El Bayern gana, pero no termina de asimilar la 'fórmula Guardiola'
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EVIDENCIAN PROBLEMAS EN EL CENTRO DEL CAMPO

El Bayern gana, pero no termina de asimilar la 'fórmula Guardiola'

Pep Guardiola ya tiene su primer título al frente del Bayern de Múnich. Tropezó ante el Borussia Dortmund, pero ganó la Supercopa de Europa

Foto: Pep Guardiola se desgañitó en la banda (Efe).
Pep Guardiola se desgañitó en la banda (Efe).

Pep Guardiola ya tiene su primer título al frente del Bayern de Múnich. Tropezó ante el Borussia Dortmund en la Supercopa Alemana y no quería repetir el sabor amargo de la primera final de su estreno en la Bundesliga. En el segundo 'round' le esperaba un viejo conocido, Mourinho en su segunda etapa al frente del Chelsea. El título se decidió en los penaltis tras un partido y una prórroga en la que los ingleses salieron a especular, dejaron jugar a su rival para aprovechar sus fallos y tentar a la suerte. Peligrosa compañera de viaje cuando estás frente a un equipo que jugó para conseguir un objetivo: ganar. El Bayern ya presume de su primer título de la temporada, pero la 'fórmula Guardiola' no termina de ser descifrada por Ribéry y compañía.

Los actuales campeones de Europa pasaron por encima de sus rivales como un rodillo la temporada pasada. El Bayern asustaba a sus rivales, los amedrentaba con su fuerza, poderío y vigor. La llegada de Pep Guardiola no pretende erradicar esta seña de identidad pero sí añadir la esencia del técnico catalán: elaboración y toque. En Múnich están acostumbrados a fabricar un fútbol vertical, muy directo y descarado. Cuesta asimilar las formas de Guardiola, que implican disminuir ligeramente esa velocidad para elaborar y dar paso al fútbol de toque con el que maravilló en su etapa del Barcelona.

El Bayern tuvo que hacer frente al zarpazo de Fernando Torres. Y evidenció algunas urgencias, sobre todo en el centro del campo. Robben y Mûller desaparecieron y el conjunto bávaro era incapaz de hilar un pase tras otro en la medular del Eden Stadium. Esa carencia de creatividad dejaba toda la responsabilidad en ataque a Ribéry, incapaz de encontrar socios para inventar. Una defensa como la planteada por Mourinho se podría romper con paredes pero sin apoyo, compleja tarea. No sólo lo pasaban mal en la zona ofensiva, sufrían para detener las embestidas del Chelsea.

Por momentos, Guardiola se desesperaba en el área técnica. Agachado, con la cabeza baja, no le gustaba lo que veía. No reconocía su toque. Y es que el Bayern sale a jugar queriendo la victoria, ambicionándola. Algunas veces le sale bien, otras no, aunque falta algo. El equipo no termina de carburar como el año pasado, pero tampoco como pretende Guardiola. Su fórmula no ha terminado de ser asimilada, a los jugadores les cuesta descifrarla y, como consecuencia, el rodillo del Bayern no aplasta como acostumbraba. La combinación soñada se antoja atractiva: un equipo que acorrale a su rival y al mismo tiempo despliegue fútbol de toque.

Guardiola sabe lo que quiere, hacerlo realidad está costando. Confesaba tras un partido de la Copa de Alemania que notaba la presión y que en Múnich siempre había que ganar con abultadas goleadas, algo que se antojaba muy complicado. Frente al Chelsea de Mourinho la constancia, combinada con la suerte, le dieron su primer título como técnico del Bayern. Hay tareas pendientes. Lo sabe. El único problema es que la temporada ha echado a andar, la Champions está a la vuelta de la esquina y el resultado obtenido tras aplicar la 'fórmula Guardiola' no es el mismo para toda la plantilla. Profesor y alumnos tendrán que aplicarse para volver a ser los primeros de la clase.

Pep Guardiola ya tiene su primer título al frente del Bayern de Múnich. Tropezó ante el Borussia Dortmund en la Supercopa Alemana y no quería repetir el sabor amargo de la primera final de su estreno en la Bundesliga. En el segundo 'round' le esperaba un viejo conocido, Mourinho en su segunda etapa al frente del Chelsea. El título se decidió en los penaltis tras un partido y una prórroga en la que los ingleses salieron a especular, dejaron jugar a su rival para aprovechar sus fallos y tentar a la suerte. Peligrosa compañera de viaje cuando estás frente a un equipo que jugó para conseguir un objetivo: ganar. El Bayern ya presume de su primer título de la temporada, pero la 'fórmula Guardiola' no termina de ser descifrada por Ribéry y compañía.

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