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Mayweather-Pacquiao, “un combate limpio y sin juego subterráneo”
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el papel del árbitro que impartirá justicia

Mayweather-Pacquiao, “un combate limpio y sin juego subterráneo”

“No habrá muchos agarrones, preveo un combate limpio”, explica José Antonio Sánchez, presidente del Comité Nacional de Árbitros Amateurs de la Federación Española de Boxeo (FEBOXEO)

Foto: Mayweather y Pacquiao, durante la rueda de prensa de presentación del combate (Reuters)
Mayweather y Pacquiao, durante la rueda de prensa de presentación del combate (Reuters)

Han protagonizado muchas portadas, minutos de radio y largos debates en la televisión. Pero en el acontecimiento deportivo del año, un actor principal tendrá un papel secundario. Da igual que millones de personas de todo el mundo estén delante de un televisor. Seguramente nadie en todo el planeta le señalará a él después del combate Mayweather-Pacquiao. El veterano norteamericano Kenny Bayless -64 años de edad- vivirá la primera ‘pelea del siglo XXI’ más cerca que nadie. Deberá tomar decisiones en cuestión de milésimas de segundos para impartir justicia con dos púgiles que se repartirán una bolsa de unos 250 millones de dólares. ¿Será determinante el árbitro como lo puede ser en una final de la Champions League? Parece que no. Sobre todo, porque a pesar del constante reparto de golpes, el combate apunta a limpio…

El mundo del boxeo poco tiene que ver con el fútbol, por ejemplo, cuando toca hablar del personaje que ha de impartir justicia. Nadie mejor que José Antonio Sánchez, presidente del Comité Nacional de Árbitros Amateurs de la Federación Española de Boxeo (FEBOXEO), para valorar el papel que puede desempeñar Kenny Bayless en la próxima madrugada del sábado al domingo. Deja claro, en conversación con El Confidencial, que “un árbitro nunca debe decidir un combate, deben hacerlo los tres jueces. Sólo en casos muy particulares puede suceder; por ejemplo, cuando ve que la integridad física de uno de los contendientes peligra. El primer mandamiento de un árbitro es defender la integridad del boxeador. Aquel que permita un golpe de más, habrá hecho mal su trabajo”.

Una pelea poco trabada

Destaca que “las cuentas de protección” serán un aspecto clave en esta pelea, pero cree que “será una pelea limpia porque no son boxeadores sucios. Pienso que el árbitro tendrá poco trabajo, pues ni Mayweather ni Pacquiao cometen demasiadas irregularidades”. El “juego subterráneo” que tantas veces se practica en el fútbol “no tendrá espacio”, a priori, en esta pelea, pues Sánchez recalca que “no habrá muchos agarrones y el combate será poco trabado. Creo que habrá mucha distancia entre los dos boxeadores y el árbitro no estará pendiente de separarlos cada dos por tres. Pacquiao siempre va con una mano por delante, por ejemplo, y a la vista del estilo de Mayweather, insisto, preveo un combate limpio”.

Cualificado con tres estrellas de la AIBA (Asociación Internacional de Boxeo) y, por ello, capacitado para arbitrar un combate de estas características, José Antonio Sánchez apunta que su colega “no deberá prepararse de una manera especial porque está acostumbrado arbitrar peleas de primer nivel mundial. Y no, no debe condicionarle la presión externa que hay y habrá en el momento del combate”. Piensa que juega con la ventaja de conocer perfectamente a ambos protagonistas y “sabe que no son sucios. Como en el fútbol u otro deporte, debe ir a lo suyo, centrarse en la pelea y nada más. La pelea será fácil en principio y estimo que lo tendrá todo bajo control en todo momento”. “No, no suelen protestar y sólo en casos puntuales sucede en el mundo del boxeo”, subraya el árbitro español.

Alejado del circo mediático

Incide en este punto para afirmar que “estamos hablando de dos púgiles muy profesionales cuando están en un cuadrilátero. En cuanto a deportividad no habrá problemas. Mayweather es más fanfarrón fuera del ring, pero seguro que no le crea problemas al árbitro”. “Me gustaría que la pelea llegara hasta el final y que los tres jueces tomen la decisión definitiva”, comenta, significando que “no visualizo la imagen del árbitro en una portada de periódico al día siguiente. Si sucede es porque ha parado la pelea muy pronto o ha pasado algo parecido, pero no es lo habitual. En líneas generales, en el mundo del boxeo el árbitro pasa desapercibido. Aparecen sus nombres en prensa, pero poco más”.

“Es una pelea llena de incertidumbre porque se enfrentan dos estilos muy diferentes”, explica, subrayando para acabar que “Mayweather es un portento físico, con un gran juego de piernas y poco encajador. Mientras, Pacquiao quiere intercambiar golpes, es más encajador. Si la pelea se desarrolla así, con intercambio de golpes, en mi opinión ganará el segundo. Por decirlo de una manera gráfica atendiendo a sus estilos, Floyd sería Guardiola y Manny Simeone... Supongo que este último perseguirá en todo momento a su rival por el ring, pero Mayweather tratará de que no haya intercambio de golpes y para ello hará uso de su juego de pies”.

Han protagonizado muchas portadas, minutos de radio y largos debates en la televisión. Pero en el acontecimiento deportivo del año, un actor principal tendrá un papel secundario. Da igual que millones de personas de todo el mundo estén delante de un televisor. Seguramente nadie en todo el planeta le señalará a él después del combate Mayweather-Pacquiao. El veterano norteamericano Kenny Bayless -64 años de edad- vivirá la primera ‘pelea del siglo XXI’ más cerca que nadie. Deberá tomar decisiones en cuestión de milésimas de segundos para impartir justicia con dos púgiles que se repartirán una bolsa de unos 250 millones de dólares. ¿Será determinante el árbitro como lo puede ser en una final de la Champions League? Parece que no. Sobre todo, porque a pesar del constante reparto de golpes, el combate apunta a limpio…

Floyd Mayweather José Antonio Sánchez
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