Concha Velasco, la nueva Angela Channing

Su trayectoria y aportación al mundo del cine, la televisión y el teatro hacen de Concha Velasco una de las actrices más importantes de España, una artista de los pies a la cabeza que encandila a grandes y pequeños con simpatía y un carisma especial. Desde que debutara a los quince años con la película La Reina Mora su carrera no ha parado de crecer cosechando uno tras otro éxitos de público y crítica. La gran pasión que siente Concha por el teatro también se ha hecho patente con un extenso curriculum sobre sus espaldas. La hemos visto en obras como Don Juan Tenorio, Mamá quiero ser artista o la más reciente versión de Filomena Marturano con la que la actriz está girando por España. Del mismo modo, la huella que ha dejado en televisión es inolvidable, grandes series de TVE redondean su carrera, la última de ellas Herederos, un gran melodrama en el que Concha da vida a Carmen Orozco, la fría matriarca de un clan torero.

¿De qué habla Herederos?

La serie se iba a llamar 'Toreros', porque a todos los gustaba que fuera un nombre sin artículos ni preposiciones, pero al final se ha quedado con Herederos. La historia se desarrolla en el mundo del toro y de la ganadería. Al igual que Falcon Crest era en el mundo del vino de California, aquí es en el mundo de las ganaderías, pero eso no es lo fundamental, sino la herencia de la que tiene que responder mi personaje, Carmen Orozco. Poder, ambición, secretos, envidias y venganzas, se trata de un melodrama. Carmen ha permitido muchas infidelidades pero esta vez ve que su marido está enamorado y nada menos que de su propia hermana, así hemos empezado...

¿Cómo es la gran Carmen Orozco?

Yo sólo espero que el público comprenda que yo soy una persona y Carmen es otra porque entre el guión y la voz tan grave que tengo nos ha salido una mujer con un carácter realmente asfixiante.

Entonces, ni te pareces ni quieres parecerte a ella...

No pero he de reconocer que Carmen tienen razones para ser así, ella no es mala por naturaleza es la vida le ha hecho ser así.

¿Te da miedo que te encasillen a estas alturas?

No, creo que he acostumbrado al público a muchos cambios, de lo poco que presumo es de no haber permitido nunca el encasillamiento, he pasado del drama a la comedia y viceversa, siempre he buscado hacer cosas diferentes.

¿Fuiste de las que se enganchó con Falcon Crest?

Sí, cuando hacía “Mamá quiero ser artista” coincidía el auge de “Falcon Crest” y durante la cena en el camerino nos repartíamos los papeles, curiosamente me tocaba ser siempre Angela Channing y mira por donde aquí estoy. La diferencia es que esta es una serie española y aquí en España lo sentimos todo más. Carmen es más profunda y más honda que Angela Channing.

¿Eres aficionada a los Toros?

Me gustan mucho, me parece que es una de esas tradiciones históricas que no debemos perder, forma parte de nuestra cultura. No se debe maltratar al toro pero al toro sólo lo maltratan los toreros que no saben torear. Una vez Antonio Bienvenida me dejó saltar un toro suyo, le di dos capotazos como me había enseñado y él cortó dos orejas aquella tarde. En esta serie Helio Pedregal torea como el mejor.

¿Qué te decidió a aceptar este proyecto?

Cuando le ofrecieron vivía en un hotel, me había separado dos años antes, había perdido por segunda vez mi casa (ríe y se queda pensativa) y pensé que no se llegaría a hacer. Ojalá yo fuera tan lista como Carmen Orozco, ¡le van a quitar un duro a Carmen Orozco!. Tenía varias ofertas sobre la mesa pero esta serie era muy diferente, tenemos entre nuestras manos algo que nunca se ha hecho en España y como yo aunque soy una persona mayor sigo siendo muy valiente decidí lanzarme.

¿A Carmen no le hubiera pasado lo que a ti?

No, porque Carmen reacciona. A ella y a su familia le ha costado conseguir lo que tiene y no va a permitir que se lo quiten de ninguna de las maneras. Ella va a por todas.

¿Crees que enganchará de la misma manera que lo han hecho otras grandes sagas?

Claro que sí, es absolutamente fascinante. Si no gusta esta serie me moriré de pena y si gusta seré la mujer más feliz del mundo, el éxito es mucho más fácil de llevar, se vuelve uno más bueno.

¿Vas a compaginar la serie con algo más?

Seguiré con la gira de Filomena Marturano los fines de semana, con eso y esta serie tengo suficiente.

¿Grabar una serie es muy agotador?

Sí, porque son doce horas de trabajo y siempre en circunstancias al límite. Yo estoy siempre, y a veces me paso horas en el camerino y otras en el decorado. Hay que estudiar muchísimo, yo tengo la costumbre de escribirme el papel para aprendérmelo, eso lo hago por la noche y por la mañana me levanto pronto para seguir estudiándomelo. A papel sabido no hay actor malo, no soy amiga de improvisar.

¿Podrías vivir con un torero?

Yo me he casado con un actor, he tenido un amante director, otro amante director de fotografía y otro amante actor. Al final me casé con uno de la profesión. Es muy difícil que yo me pueda casar con un Ingeniero de Caminos, lo lógico es lo que me ha pasado en la vida. Mis novios, amantes y marido son de esta profesión. Ya me hubiera gustado a mí que no (ríe).

¿Volveremos a verte enamorada?

No tengo ninguna relación con los hombres ni la quiero tener. Si algún día yo escribiera unas memorias, que ya las hizo Arconada divinamente, pero si volviera a hacerlas diría que sí que estoy dolorida. Creo que eso sí que ha sido malo en mi relación matrimonial, el mal sabor de boca que me ha quedado. Yo me llevo muy bien con todos los novios que he tenido -que tampoco han sido tantos porque he estado treinta años casada-, sin embargo este ha sido distinto. A lo mejor es que me ha pillado mayor, porque cuando no te quieren más vale que te lo digan antes.

¿De dónde sacas la fuerza que desprendes?

Trato de afrontar mi vida con alegría, pero mi personaje no lo hace así, por eso no me gustaría que me influyera. Tengo muy buena salud y me gusta mi trabajo, en él soy feliz, pero cuando llego a mi casa ya no lo soy tanto.

¿Entra la jubilación en tus planes?

Sí, lo que pasa que yo tengo la suerte de poderme jubilar, cobrar mi plan de pensiones, terminar de pagar a Hacienda, que ya no me queda nada, y poder seguir trabajando. Lo que no podría hacer es protagonistas, no me lo permite la ley. Tendré una jubilación no tan buena económicamente como yo creía por esas cosas que han pasado, y puedo hacer dos días de trabajo a la semana, hacer un papel cortito...