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Los colores que ayudan a cuidar cuerpo y mente
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SALUD Y BELLEZA

Los colores que ayudan a cuidar cuerpo y mente

¿El rojo o el azul? ¿El verde o el amarillo? La elección de un color u otro puede afectar a nuestro cuerpo y, sobre todo, a

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Los colores que ayudan a cuidar cuerpo y mente

¿El rojo o el azul? ¿El verde o el amarillo? La elección de un color u otro puede afectar a nuestro cuerpo y, sobre todo, a nuestra mente. Estos son los principios que defiende la cromoterapia, un sistema que cree en el poder de los colores para curar de forma natural ciertas enfermedades o para armonizar emocionalmente a las personas. Y es que, según este método, cada tonalidad tiene un determinado poder.

Concebida como una terapia alternativa, este sistema utiliza la energía de la luz y las vibraciones que transmiten los colores para mejorar los estados de ánimo y recuperar el equilibrio del cuerpo. Sin embargo, no se trata de un sistema nuevo, ya que la cromoterapia ya era usada en la Grecia clásica, en Egipto y en algunas civilizaciones de India o China. El principal impulsor fue el Dr. Brainard, de la Universidad Thomas Jefferson, que realizó un estudio sobre cómo afectaban al hombre las distintas longitudes de onda de la luz.

Siguiendo estas teorías se descubre que cada color aporta y ayuda a mejorar determinados males. Por ejemplo, pintar la pared de una casa de un color u otro afecta al organismo, según los defensores de estas teorías. En concreto, la cromoterapia analiza la influencia de ocho colores: rojo, naranja, amarillo, verde, turquesa, azul, violeta y magenta. Así, el rojo es estimulante y es el mejor remedio contra la anemia, la bronquitis, el estreñimiento, el catarro, la esterilidad o la tuberculosis. Sin embargo, si se abusa de su poder puede provocar agresividad, irritación y fatiga.

El naranja, relacionado con la alegría y la felicidad, ayuda a quitar las penas y a tratar el asma, la epilepsia, los calambres, los dolores musculares y hasta los cálculos renales. De hecho, la ropa naranja aumenta el optimismo y el tono sexual. En cambio el amarillo, color del intelecto, ayuda a superar los miedos y la depresión, así como los dolores relacionados con el estómago, el intestino y los desarreglos en el hígado y el páncreas. Además, los alimentos amarillos favorecen la pérdida de peso, por lo que es un color para mirar, beber, comer y llevar puesto.

El verde, que fomenta el equilibrio y la armonía, aumenta la defensa del sistema inmunitario y los problemas de circulación y sueño. A vez alivia el estrés y el cansancio. El azul, símbolo de la tranquilidad, es bueno para los dientes, los oídos, la garganta y para bajar la fiebre, entre otras cosas. Si llevamos el color turquesa estamos reforzando el sistema inmunológico y disminuyendo las infecciones. El violeta ayuda a calmar los nervios y a los trastornos psíquicos como la esquizofrenia, mientras que el magenta, también un color espiritual, actúa sobre el cuerpo, la mente y espíritu

La cromoterapia, al igual que otras ciencias alternativas, tiene sus propios tratamientos. Lo correcto es someterse a este método en una habitación en blanco donde se proyectan los diversos colores. También se puede aplicar ese color en una zona del cuerpo. Según los expertos, es necesaria media hora de sesión al día para conseguir efectos positivos. A las dos semanas comienzan a notarse los beneficios.

Alimentación equilibrada

Pero la cromoterapia también afecta a la alimentación. Los seguidores de estas teorías deben tener en cuenta los colores de los alimentos a la hora de ingerirlos. No hay que olvidar que el rojo, el naranja y el amarillo revitalizan y estimulan, mientras que los verdes equilibran el cuerpo y los azules tranquilizan y refrescan. El rojo está presente en los mariscos o las carnes rojas. El amarillo lo tienen el pescado, las legumbres y las carnes de ave. El naranja está en la miel, los derivados lácteos y el aceite de oliva. Por su parte el verde encuentra su razón de ser en las frutas y verduras. El azul, por último, afecta a algunas ensaladas y verduras, mientras que el magenta está en las infusiones y el violeta en el aire y en el agua.

¿El rojo o el azul? ¿El verde o el amarillo? La elección de un color u otro puede afectar a nuestro cuerpo y, sobre todo, a nuestra mente. Estos son los principios que defiende la cromoterapia, un sistema que cree en el poder de los colores para curar de forma natural ciertas enfermedades o para armonizar emocionalmente a las personas. Y es que, según este método, cada tonalidad tiene un determinado poder.