Una dieta equilibrada: en busca del peso ideal

Tras las fiestas navideñas los expertos recomiendan hacer caso de las peticiones nuestro cuerpo. Para eliminar el exceso de calorías y las toxinas acumuladas durante las fiestas es recomendable beber mucho líquido, no saltarse ninguna comida y comer una cantidad mayor de fruta y verdura.

Lo más importante, afirman los nutricionistas, es practicar ejercicio físico y hacer cinco comidas diarias, es decir, mantener el desayuno, comida y cena añadiendo una ingesta menor a media mañana y otra a media tarde. Esta práctica es necesaria puesto que si eliminamos comidas lo que conseguimos es llegar a la siguiente con más hambre y aumentar el ‘picoteo’ entre horas.

También afirman que no se trata de eliminar alimentos de nuestra dieta, sino comer de todo con moderación, puesto que nuestro cuerpo necesita alimentos de todos los grupos, desde los proteicos (como son la carne, los huevos o el pescado), a hidratos de carbono, que serán preferentemente del grupo farináceo (pasta, patata o arroz, preferentemente integrales), por supuesto, frutas y verduras, e incluso grasas como la margarina o el aceite de oliva.

Consumir exclusivamente fruta y verdura no es la solución. Los expertos recomiendan incrementar su consumo, pero nunca dejar de consumir alimentos de los otros grupos. Lo mejor es incluir al menos dos raciones de verdura al día, una de ellas puede ser cocida y la otra cruda, y aumentar el consumo de pescado, especialmente pescado azul, en detrimento de la carne, a la que recomiendan quitarle la grasa más visible antes de cocinarla.

La hidratación es básica para la eliminación de toxinas del organismo. Los nutricionistas desmienten que el mito de que beber agua en las comidas engorda puesto que el agua no tiene calorías y la necesitamos para combatir la retención de líquidos, aunque, dadas las fechas, los caldos y los zumos son recomendables no solo para eliminar los excesos navideños, sino también para activar nuestras defensas contra posibles resfriados.

En cuanto a la distribución de los alimentos a lo largo del día, es aconsejable desayunar bien, incluyendo fruta, lácteos (preferentemente desnatados) e hidratos de carbono procedentes de los cereales (pan o galletas). Para la cena no está aconsejado no comer o ingerir sólo una pieza de fruta, sino que se debería comer de forma ligera y temprano. No obstante, la mejor ayuda si lo que se desea es perder peso, es acudir a un nutricionista para que nos haga nuestra dieta a medida que satisfaga nuestro deseo sin alterar nuestra salud.