Cosméticos que valen su precio en oro

Algunas cremas cosméticas, de esas que casi borran las arrugas del rostro, valen su peso en oro. No es que las empresas de belleza les hayan puesto precios todavía más desorbitados, sino que ciertas compañías han comenzado a experimentar con el oro y diversas piedras preciosas para conseguir refinados productos de belleza pese a las dudas que genera en ciertos sectores. Sin embargo, no es algo nuevo, ya que en el antiguo Egipto y en China se utilizaban estos elementos para elaborar determinados ungüentos.

El oro no sirve únicamente para engarzar preciosos anillos o vistosos pendientes. Cada vez resulta más frecuente encontrarle otras aplicaciones muy distintas a las ornamentales. La cosmética se ha apropiado de este mineral por sus beneficios antiedad y antioxidantes. Es decir, unas gotitas en uno de estos productos permiten lucir una piel más tersa y juvenil. Eso sí, hay que pagarlo.

En la actualidad existen numerosos cosméticos que aprovechan las cualidades del oro en sus composiciones. El usuario no se encontrará quilates y quilates dentro, sino pequeñas esencias o nanopartículas de este mineral que combaten la edad y dan brillo a la piel.

Uno de los pioneros de esta pasión por el oro es Guerlain. La marca francesa incorporó pequeñas partículas de oro de 24 quilates en una de sus bases de maquillaje para aportar más luminosidad a la piel. Le siguieron otras casas como Estée Lauder o Helena Rubinstein, a través de su línea Gold Future. Una de las últimas en sumarse ha sido la casa Chantecaille que comercializa desde hace dos meses una crema energizante con nanopartículas de oro. ¿El precio? Alrededor de 365 euros por 50 ml. de este elixir que es antioxidante, antiedad e, incluso, antiinflamatorio.

Al rico diamante

Pero no sólo el oro destaca por sus importantes cualidades cosméticas. Las piedras preciosas también están en alza. Aunque no está probado que sus cualidades sean beneficiosas para la piel, algunos expertos han destacado su poder exfoliante, sobre todo en el caso del diamante por su dureza. Con esta piedra, más propia de anillos que de las cremas, se hace una especie partículas microscópicas que se incluyen en el cosmético y ayudan a masajear la piel al extenderla. Es decir, destacan por su efecto ‘peeling’ y regenerador.

En la actualidad existe una marca, Gemology, especializada en crear productos cosméticos partiendo del poder de las gemas y piedras preciosas, que han logrado sorprendes resultados tras varios años de experimentos. Por ejemplo, no hay nada como un poquito de jaspe rojo para las pieles mixtas o de lapislázuli para las más delicadas. Y para combatir la edad, una dosis de cuarzo rosa. Así que, sólo queda ahorrar para poder convertir nuestro cuerpo en una joya más.