Swarovski lleva el lujo a su nueva tienda de Tokio

La firma de cristal Swarovski ha abierto su nueva tienda en Tokio. El nuevo establecimiento se encuentra ubicado en el reconocido distrito de Ginza, que alberga algunas de las calles más caras del mundo, y ha sido una creación del prestigioso arquitecto japonés Tokujin Yoshioka . La nueva tienda nace con el espíritu de convertirse en el buque insignia de la firma de origen checo ya que se espera que el aspecto que ahora luce la tienda tokiota sea el que adopten los más de cien establecimientos que la cadena posee en todo el planeta.

El cambio que van a realizar en todas las tiendas de la firma se debe a un intento por adaptarlas a este nuevo concepto arquitectónico que refleja el lujo y el estilo de la firma de artículos de cristal tales como joyas, bolsos, ropa y objetos de decoración. Así, la boutique de Ginza está situada en un amplio edificio de más de diez plantas en las que el espacio se ha creado a partir de una combinación de acero y cristal.

Resalta en el conjunto la textura de las paredes que están decoradas con relieves y contrastes de formas y tamaños, de los brillos irisados que han caracterizado a la firma, algo que se advierte nada más observar la tienda desde el umbral. Además, dentro, Yoshioka ha ideado una estructura llamada el 'bosque de Cristal', un espacio en el que cientos de pequeños cristales cuelgan desde el techo con diferentes tamaños en forma de cascadas.

También las escaleras contienen en sus escalones el famoso cristal de la insignia del cisne. Todo un derroche de glamour bajo los pies, por obra y gracia del arquitecto nipón y la marca europea que pretende demostrar que el nuevo concepto arquitectónico que se rige por el lema ‘inside the outside’, que se caracteriza sobre todo por el intento de conseguir que los espacios interiores sean o parezcan amplios, emulando lo exterior.

Swarovski, que abrió su nueva tienda el día 29 del pasado mes, intenta con esta inciativa mantenerse en el mercado con una imagen moderna, a pesar de sus más de cien años de historia, puesto que ya han pasado 113 años desde que David Swarovski inventara su máquina de corte automática (Ver '¿Qué tienen de especial los cristales Swarovski?' ) Por aquel entonces, la fábrica de este checo procedente de Bohemia se estableció en la ciudad austriaca de Wattens y desde donde la firma se expandió a todo el mundo, aunque perdió su insignia original, la flor de edelweiss, que fue sustituido a finales de la década de los ochenta por el actual cisne.