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El secreto de la mejor crema facial está en los excrementos del colibrí
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SALUD Y BELLEZA

El secreto de la mejor crema facial está en los excrementos del colibrí

Las geishas son mujeres elegantes, educadas y entrenadas en las artes de la música y la danza. Su belleza era admirada en los tiempos del Japón

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El secreto de la mejor crema facial está en los excrementos del colibrí

Las geishas son mujeres elegantes, educadas y entrenadas en las artes de la música y la danza. Su belleza era admirada en los tiempos del Japón Imperial y sigue siendo un referente estético con el paso del tiempo, aunque guarda un secreto que para los occidentales puede parecer desagradable, cuando no directamente repulsivo: el secreto de su cutis está en la utilización del uguisu no fun, unos polvos ricos en aminoácidos y guanina. ¿Guanina? Sí, ha leído bien, porque el origen de este remedio está en los excrementos de pájaro, más concretamente del colibrí.

Los limpios rostros porcelanosos de las geishas sufrían con la acción negativa que el plomo y el zinc usados en los productos con los que conseguían esa belleza icónica causaba en sus rostros, y la solución de los excrementos de colibrí se reveló a partir del siglo XVIII como la más efectiva porque las enzimas y la guanina revitalizan, retexturizan y cicatrizan la piel. También los actores del kabuki, el teatro tradicional japonés, han hecho uso del uguisu no fun desde hace mucho tiempo.

Los occidentales estamos perdiendo nuestro miedo etnocéntrico a los productos que llegan desde latitudes remotas para ayudarnos a mejorar nuestra vida desde una perspectiva nueva. Ahora el spa Shikuza de Nueva York, regentado por Shizuka Bernstein, ha comenzado a servir el tratamiento Geisha Facial por 180 dólares y se está convirtiendo en el ‘must’ de belleza en la Gran Manzana.

Bernstein ha recuperado para su local neoyorquino la tradición de sus ancestros japoneses y los recuerdos de su propia infancia. No hay que alarmarse: los excrementos de colibrí no se aplican en la piel directamente. Antes de su uso son sometidos a un proceso de desinfección a través de luz ultravioleta y luego es convertido en un polvo de fácil aplicación.

Tampoco hay que aguantar un insoportable hedor cuando se aplica. Aunque el uguisu no fun presenta cierto olor almizcleño, la formulación del tratamiento en el centro neyoroquino neutraliza el aroma, dejando lo que ellos definen como un aroma ‘orgánico’ parecido al de la fibra de arroz.

Los secretos más escondidos para sublimar nuestra belleza tienen en ocasiones un origen mucho más desagradable de lo que desearíamos, y sólo hay que recordar que el almizcle, ingrediente principal de muchas fragancias, proviene en su mayoría de unas glándulas sexuales presentes en los machos del ciervo almizclero (asunto que por otra parte alarma a los defensores del medio ambiente). El uguisu no fun es tan sólo un ejemplo más de que el camino hacia la belleza está plagado de vericuetos asombrosos.

Las geishas son mujeres elegantes, educadas y entrenadas en las artes de la música y la danza. Su belleza era admirada en los tiempos del Japón Imperial y sigue siendo un referente estético con el paso del tiempo, aunque guarda un secreto que para los occidentales puede parecer desagradable, cuando no directamente repulsivo: el secreto de su cutis está en la utilización del uguisu no fun, unos polvos ricos en aminoácidos y guanina. ¿Guanina? Sí, ha leído bien, porque el origen de este remedio está en los excrementos de pájaro, más concretamente del colibrí.