Jardín Tecina, naturaleza y mar en La Gomera

Una inenarrable sensación se apodera del huésped del hotel Jardín Tecina cuando, al amanecer, abre su balcón y se despierta con el embriagador aroma del mar y el sonido de los pájaros. Enclavado en lo alto de una loma y orientado al sur, este establecimiento se ha ganado merecidamente un puesto entre los mejores hoteles del archipiélago canario, así como el más destacado de la isla de la Gomera, sin duda. El Tecina permite al visitante descubrir una isla fascinante y alejada de los circuitos tradicionales sin renunciar a una estancia de calidad.

Rodeado de un frondoso jardín en el que se pueden encontrar más de 50 especies de plantas procedentes de todos los confines del planeta, el hotel se distribuye en forma de bungalows diseñados al estilo colonial canario, pintados de blanco y con balcones de madera. A ellos se accede a través de unos coquetos caminos ajardinados que en algunos casos discurren paralelos al acantilado, lugar en el que por las noches es posible escuchar el canto de las pardelas y contemplar una de las vistas más espectaculares de Tenerife: la que se da al ocaso con las luces del bullicio que genera el turismo en el puerto de los Cristianos, a tan sólo 45 kilómetros de la Gomera; tan impresionante como la silueta que el Teide recorta en el horizonte sobre el Atlántico durante las horas de sol.

Las habitaciones del Tecina se distribuyen en varias categorías. Tanto con terraza o con balcón, las hay con vistas al jardín, a la piscina, al mar de modo lateral o frontal e incluso bungalows de dos plantas. No espere grandes innovaciones en el diseño: el Tecina es un establecimiento funcional y preparado para la estancia de cualquier tipo de huésped, desde una pareja a una familia completa o grupos de empresas, por lo que la decoración está inspirada en líneas bastante neutras. Aun así, los espacios son amplios, con una dimensión aproximada de 32 metros cuadrados por habitación.

El ocio es uno de los pilares que sustenta la vida en el hotel. Cuenta con cinco piscinas, todas climatizables. Una de ellas, con agua de mar, se encuentra en el club de playa que tiene el Jardín Tecina a pie del acantilado al nivel del mar. A él se accede a través de un ascensor que salva el desnivel entre el hotel y su zona de ocio atravesando el interior de la roca. Todo esto sin contar con el campo del golf, de 18 hoyos y par 71.

La gastronomía es otro de los puntales en el Tecina. No podía ser de otro modo en una tierra en la que los placeres de la mesa se colman con productos frescos del mar y verduras ‘del país’. Cinco restaurantes con distintas filosofías sirven para satisfacer a cualquier tipo de comensal, desde los que prefieren un servicio buffet hasta una carta internacional, pasando por los locales del club de playa, en los que hay un restaurante-barbacoa y otro de cocina de autor. El Jardín Tecina, en definitiva, abre las puertas para una visita a La Gomera, la isla que gusta de llamarse colombina, que se merece un viaje pausado y sin los prejuicios con los que el viajero llega en muchas ocasiones a Canarias.