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Calima revitaliza la noche marbellí
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Calima revitaliza la noche marbellí

Marbella huele a lujo. Hoteles espectaculares, exclusivos comercios y sobre todo grandes restaurantes han convertido esta localidad malagueña en uno de los puntos de encuentro de

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Calima revitaliza la noche marbellí

Marbella huele a lujo. Hoteles espectaculares, exclusivos comercios y sobre todo grandes restaurantes han convertido esta localidad malagueña en uno de los puntos de encuentro de la llamada, no siempre con acierto, 'gente guapa'. Pero como la gastronomía no entiende de estereotipos, afortunadamente todo el que quiera puede disfrutar de la alta cocina española, en este caso con el encanto añadido que desprende el entorno marbellí, una de las más preciadas ventanas al Mediterráneo. Desde el restaurante Calima, integrado en el hotel Gran Meliá Don Pepe, casi se puede acariciar un mar que aparece de fondo como un lienzo que cobra vida.

Han pasado cuatro años desde que Dani García pusiera sus conocimientos culinarios a disposición de la mayor cadena hotelera de España y tras cosechar los éxitos esperados, ha llegado el momento de rediseñar el local con la apertura de un nuevo y exclusivo ambiente, el “Espacio Krug”. Un giro radical a su cocina que, gracias a la cooperación de la marca francesa de champagne Krug y una inversión millonaria, pretende continuar la línea vanguardista del chef marbellí y dotar de una nueva dimensión a las cenas de Calima. Y para ello ha ‘inventado’ un entorno espectacular: vajilla de cristales de Murano, cubertería de Raynaud and Hering Berlin, cubiteras de hielo de SossÖ y una atrevida cocina situada en el centro del comedor. Un escenario estudiado meticulosamente por el arquitecto José Luis Galán.

García acuñó el término “cocinacontradición” para definir su cocina: fusión de sabores tradicionales con las técnicas más modernas. Un concepto que ha dejado de sorprender por su extendido uso, pero que continúa conquistando al público por su gran versatilidad e inagotabilidad. Él habla de un efecto “rellamada”, que define como la sensación de recuperar lo que siempre se ha considerado una experiencia gratificante. “Mi propósito era el de acercar la experiencia de la cocina a los clientes, de envolverles en un ambiente donde puedan ver y sentir cómo la energía creativa se transforma en sus platos”. Considerado como uno de los chefs más innovadores de la escena nacional, Dani García cuenta nada menos que con dos estrellas Michelín. Una de ellas la adquirió cuando solo tenía 24 años, época en la que se situaba al frente del restaurante Tragabuches de Ronda, y la segunda le fue otorgada precisamente en Calima, en noviembre de 2007.

Siguiendo la filosofía de cocina que él mismo se ha propuesto ennoblecer, incluye en su menú productos tradicionales, siempre frescos, que mima con una técnica muy cuidada para elaborar platos con ciertos guiños a la gastronomía andaluza, tan vinculada al mar. Por eso, en su carta los mariscos gozan de mayor protagonismo. Aunque las carnes y sus propias versiones de diferentes frituras siempre están presentes, una de las especialidades es la lubina presentada en brocheta y servida sobre lecho de carbón y arena negra, o mejor dicho “lubina al espeto como en la playa, primero oler, después comer". Otros platos recomendados son la infusión de morcilla con carabinero y verduras y el gazpacho de cerezas con nieve de queso fresco.

RESTAURANTE CALIMA DE GRAN MELIÁ DON PEPE

Dirección: Avda José Meliá s/n. Marbella. Málaga.

Teléfono: 952 76 42 52

www.ganmelia-donpepe.com

Marbella huele a lujo. Hoteles espectaculares, exclusivos comercios y sobre todo grandes restaurantes han convertido esta localidad malagueña en uno de los puntos de encuentro de la llamada, no siempre con acierto, 'gente guapa'. Pero como la gastronomía no entiende de estereotipos, afortunadamente todo el que quiera puede disfrutar de la alta cocina española, en este caso con el encanto añadido que desprende el entorno marbellí, una de las más preciadas ventanas al Mediterráneo. Desde el restaurante Calima, integrado en el hotel Gran Meliá Don Pepe, casi se puede acariciar un mar que aparece de fondo como un lienzo que cobra vida.