Luis Figo: “Mi mujer y mis tres hijas son las que mandan en casa”

En los próximos días tendrá que decidir su futuro futbolístico, pero la vida de Luis Figo no se limita únicamente a los terrenos de juego. Hace unos días estuvo en Madrid, para presentarse como socio de unas bodegas hispano-lusas. Llegó acompañado de su esposa, la modelo sueca Helen Sweden, y nos confesó su ilusión por vivir permanentemente en la capital de España tras su futura retirada.

Madrid debe traerte grandes recuerdos.

Aquí pasé algunos de los mejores años de mi vida. Todo son grandes recuerdos, aquí tengo mi casa, y me afincaré en ella con mi familia cuando abandone la práctica del fútbol profesional. Es una ciudad que me encanta. Siempre que puedo, regreso a ella, para ver a mis amigos y a mis antiguos compañeros. Es un gusto estar aquí.

Y mira que te han hecho buenas ofertas para vender la casa madrileña.

No las tengo en cuenta. Desde siempre he tenido muy claro que mi futuro está en Madrid.

A los futbolistas os recomiendan un consumo responsable del alcohol. ¿Qué busca un deportista de élite al “maridarse” con el vino?

Yo bebo una copa de vez en cuando, nunca me paso con el vino. Pero me apetecía meterme en este negocio, porque estoy asociado con amigos como Imanol Arias o la familia Moro. El vino que he venido a presentar hoy es portugués… Me interesa mucho este proyecto.

Imagínate que ahora, que acabas contrato en Italia con el Inter, te intenta fichar un equipo español.

No es mala idea, pero ya es tarde para eso.

¿Te sientes “viejo”?

No, claro que no, pero ya tengo una edad, ¿no?.

¿Te seducen los “petrodólares”?

No es una cuestión financiera. Mi primera opción es seguir en Italia, y si no puede ser, buscaré una salida válida para mí. Lo que sí quiero es que mi futura retirada sea por la puerta grande. No irme víctima de una grave lesión. El año pasado estuve lesionado y lo pasé mal en este sentido.

¿Tu esposa Helen y tus tres hijas son las que mandan en casa?

Eso seguro, mi casa es un matriarcado, ja, ja, ja. Me tratan las cuatro a cuerpo de rey.

Qué pena no tener un hijo varón que siga los pasos futbolísticos de su padre.

No pienso en ello. Estoy feliz con mis tres niñas, son maravillosas. Y yo soy muy padrazo.