Los grandes de la moda se apuntan al ladrillo

El ‘lujo asiático’ podría pronto dejar de ser tal y convertirse simplemente en ‘lujo arábigo’. La construcción de rascacielos se sucede en aquella parte del globo, y ahora ha llegado el momento para que las promotoras inmobiliarias de la zona se alíen con grandes firmas mundiales no relacionadas directamente con la construcción. La última ha sido la firma italiana de moda Gianfranco Ferré, que acaba de firmar una joint venture con el grupo GIO, una subsidiaria de Galadari Investment Office, por el cual la última se convertirá en el socio mundial de Ferré para desarrollar sus proyectos inmobiliarios.

Resulta abrumadora la cantidad de informaciones que generan los desarrollos urbanísticos que están teniendo lugar en los Emiratos Árabes Unidos y en especial en Dubai, aunque este último acuerdo supone un paso más allá. Repasemos, de todos modos, algunos de los eventos de los últimos meses: primero fue el anuncio del proyecto Waterfront City para levantar una nueva ciudad de rascacielos, presentado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas, y la semana pasada Donald Trump ponía a la venta dos apartamentos exclusivos de la torre Trump en Palm Jumeirah, actualmente en construcción.

Ahora llega el momento de superar sus propias metas: en una zona en la que se han levantado tantos, la construcción de nuevos rascacielos carece de demasiado interés, por lo que hay que buscar fórmulas para especializar el producto. La joint venture de Ferré y GIO permitirá al primero controlar todos los aspectos relacionados con el contenido, el diseño y el estilo, mientras que la inmobiliaria se encargará de los terrenos, la construcción, la gestión y las operaciones relacionadas con el inmueble.

El primer proyecto que las dos empresas pondrán en marcha es el Gianfranco Ferré Stresa, un rascacielos en Dubai que combinará los usos residenciales y comerciales, y cuyo coste asciende a 1.200 millones de dólares (unos 700 millones de euros). El fenómeno ha sido definido ya como la alta costura de hormigón, porque pretende ir más allá de las tradicionales propuestas de las casas de modas para vestir el hogar y plantea una opción integral.

“Otras constructoras han tomado una línea ya existente y la han añadido a su dossier, pero nosotros hemos dado un paso más allá y hemos creado una nueva entidad, una marca mundial que es enteramente nuestra”, ha afirmado Rashid Abdul Wahab Galadari, jefe de GIO. Lo cierto es que Gianfranco Ferré desarrollará elementos ‘de sastería’ diseñados específicamente para la firma árabe y que se podrán ver en todo el mundo, aunque no es el primero en lanzarse al negocio de la construcción en este emirato.

El negocio inmobiliario se está convirtiendo en un filón para las grandes firmas de moda. Antes que Ferré, Giorgio Armani comenzó el desarrollo de hoteles y residencias en Dubai, Milán y Tokio. Versace planea la edificación del Palazzo Versace también en Dubai, un complejo con 169 residencias privadas y un hotel de cinco estrellas con 213 suites. Christian Lacroix, por su parte, firmó un acuerdo en abril de este año con la promotora Abyaar para desarrollar un rascacielos en Dubai, aunque por el momento se desconocen los plazos y detalles concretos del proyecto, más allá de que se tratará de una edificación de 38 plantas y que el francés se encargará del diseño de la fachada y los interiores, algo que había hecho ya en Francia pero que nunca había exportado.