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Trifulca por una mesa de estilo 'Art Decó'
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Trifulca por una mesa de estilo 'Art Decó'

Todo comenzó con una mesa, lo que parecía una simple transacción entre marchante y cliente, ha acabado en los tribunales. Entre las partes implicadas, el magnate

Foto: Trifulca por una mesa de estilo 'Art Decó'
Trifulca por una mesa de estilo 'Art Decó'

Todo comenzó con una mesa, lo que parecía una simple transacción entre marchante y cliente, ha acabado en los tribunales. Entre las partes implicadas, el magnate de cosméticos Ronald O. Perelman, coleccionista y propietario de numerosas antigüedades.

Según publica el diario estadounidense The New York Times, no se trata de un mueble cualquiera, sino de una mesa de estilo art decó creada por dos de los artistas franceses más renombrados de la época: Jacques-Émile Ruhlmann y Jean Dunand. Al parecer, Perelman adquirió la pieza por 82.000 dólares en 1997. El vendedor era Jacques De Vos, un parisino que aseguró al comprador la autenticidad del mobiliario en cuestión, al que envió la mesa junto con otros artículos.

Tras la recepción de las antigüedades, entre las que se encontraban una lámpara atribuida a Paul Dupré-Lafon y valorada en 22.000 dólares, un arcón de roble de 365.000 dólares que Perelman compró creyendo que había sido realizado con la colaboración de los diseñadores parisinos Jean-Michel Frank y Adolphe Chanaux, llegó la sorpresa. El magnate pronto descubrió que eran falsificaciones, aunque siguió manteniendo que la mesa art decó, era auténtica, pero se negó a devolver los objetos y a pagarlos.

Después llegó una decepción más. Los peritos determinaron que la pieza más preciada para Perelman también podría ser falsa. De acuerdo con el tabloide estadounidense ahora Perelman acusa a De Vos, que ya estuvo preso en Francia por la venta de piezas falsas de Giacometti, de haberle enviado falsificaciones de forma “intencionada y deliberada”, y le reclama como indemnización un millón de dólares, que afirma, es el valor que tendría la mesa auténtica en estos momentos de haber estado en su poder. La decisión, a menos que alcancen un acuerdo, esta ahora en manos de los tribunales.

Todo comenzó con una mesa, lo que parecía una simple transacción entre marchante y cliente, ha acabado en los tribunales. Entre las partes implicadas, el magnate de cosméticos Ronald O. Perelman, coleccionista y propietario de numerosas antigüedades.