Es noticia
Menú
El antienvejecimiento tiene nombre español
  1. Estilo
SALUD Y BELLEZA

El antienvejecimiento tiene nombre español

Hace casi treinta años Ana Fridda Dorsch era una mujer enferma. Padecía un edema incurable que le producía cicatrices, flacidez, estrías y envejecimiento prematuro de la

Foto: El antienvejecimiento tiene nombre español
El antienvejecimiento tiene nombre español

Hace casi treinta años Ana Fridda Dorsch era una mujer enferma. Padecía un edema incurable que le producía cicatrices, flacidez, estrías y envejecimiento prematuro de la piel. Ante esa situación, decidió coger el toro por los cuernos, doctorarse en Medicina Natural por la Universidad de Miami e investigar por su cuenta aquellos principios activos y extractos naturales que, de acuerdo con lo estudiado, mejor se podían adaptar a aliviar su particular calvario. Para su sorpresa los resultados no tardaron en aparecer: su piel se volvió más firme, las manchas se aclararon y el cuello se reafirmó. En 1980, y de la mano de esta alentadora experiencia, nacen los Laboratorios Fridda Dorsch.

A lo largo de las últimas tres décadas, y a través de un doble proceso de rigor científico y distribución selectiva, Fridda Dorsch ha conquistado un reconocimiento innegable dentro y fuera de España gracias a sus productos regeneradores de la piel e hipoalergénicos. Su apuesta por la tecnología, la innovación, la formulación propia y los nichos de mercado les han permitido firmar acuerdos exclusivos de comercialización con cadenas como El Corte Inglés, donde actúan como socios comerciales de Carla Royo-Vilanova.

Como consecuencia de dicho éxito Fridda Dorsch acaba de inaugurar sus nuevas instalaciones en San Agustín de Guadalix con una fiesta que contó con más de 300 invitados entre los que destacan el doctor Bartolomé Beltrán, que actuó como padrino del acto, o Gloria Lomana, directora de informativos de Antena 3 así como una nutrida representación del Colegio Farmacéutico de Madrid y delegados de parte de sus clientes más importantes.

Hace casi treinta años Ana Fridda Dorsch era una mujer enferma. Padecía un edema incurable que le producía cicatrices, flacidez, estrías y envejecimiento prematuro de la piel. Ante esa situación, decidió coger el toro por los cuernos, doctorarse en Medicina Natural por la Universidad de Miami e investigar por su cuenta aquellos principios activos y extractos naturales que, de acuerdo con lo estudiado, mejor se podían adaptar a aliviar su particular calvario. Para su sorpresa los resultados no tardaron en aparecer: su piel se volvió más firme, las manchas se aclararon y el cuello se reafirmó. En 1980, y de la mano de esta alentadora experiencia, nacen los Laboratorios Fridda Dorsch.