Tres dietas y un mismo resultado

Todas las dietas son iguales. De acuerdo con las conclusiones de un reciente estudio, realizado sobre tres de ellas, apenas habría variaciones entre el peso perdido al hacer una u otra, aunque los efectos para la salud sí son completamente distintos. La investigación, que ha durado dos años, ha permitido descubrir que las personas que hacían dieta perdieron de media 3,3 kilos con el régimen bajo en grasa, 4,6 kilos con la dieta mediterránea y 5,5 kilos con una versión mayormente vegetariana de la dieta Atkins, baja en carbohidratos, según anunció un equipo de expertos israelíes.

Más del 82 % de los participantes eran hombres, con un peso inicial medio de poco más de 90 kilos. "La buena noticia es que tenemos alternativas", dijo Iris Shai, de la Universidad Ben-Gurion del Negev, que dirigió el estudio publicado en New England Journal of Medicine. De este modo,"si una estrategia fracasa, podemos elegir otra dieta. Ya no podemos pensar que una sola dieta sirve para todos", indicó Shai en una entrevista. "Este estudio permitirá a la medicina clínica considerar las dietas mediterránea y baja en carbohidratos como opciones seguras para los pacientes", señaló.

La dieta mediterránea

La cantidad de peso perdido después de dos años era similar a los efectos que generan algunos medicamentos de venta bajo receta para adelgazar, señaló la experta. La dieta reducida en hidratos de carbono destacó en la mejora del nivel de colesterol. Para los diabéticos, la dieta mediterránea fue la mejor para disminuir los niveles de glucosa en ayunas. "Las mujeres solían perder más peso con la dieta mediterránea", añadieron los autores.

La dieta mediterránea se consume principalmente en los países bañados por el Mar Mediterráneo (Italia, España, Malta y Grecia), de ahí su nombre, y se caracteriza por un alto contenido de vegetales (frutas, hortalizas, pan, frutos secos, legumbres y otros cereales), utilización del aceite de oliva como única fuente de grasa y mayor consumo de carnes y pescado.

Las personas cuya base es la dieta mediterránea tienen menos problemas cardiovasculares, gracias, sobre todo, a ese mayor consumo de pescado azul, rico en Omega 3, el aceite de oliva (que reduce el nivel de colesterol en sangre) y al vino, rico en antocianos. Por este motivo en el año 2007 España propuso a la UNESCO que se convirtiera en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La revolucionaria dieta del Doctor Atkins

Tanto la dieta mediterránea como la reducida en grasa restringieron la ingesta calórica. La primera tenía la mayor cantidad de fibra y grasa monoinsaturada y saturada, que son las llamadas grasas saludables. A su vez, el régimen bajo en carbohidratos tenía la mayor cantidad de grasa, proteína y colesterol. Esa dieta se basó en la dieta Atkins. Esta dieta nació en la década de los setenta en Estados Unidos, aunque diversas fuentes afirman que tiene precedentes en la dieta que el Doctor Banting creó en 1922.

A mediados de los años 70 publicó un libro titulado La revolución dietética del Doctor Atkins. Esta régimen se basa en la ingesta de alimentos de bajo contenido de glúcidos. Es decir, aquí lo importante es consumir carnes, pescados, huevos y derivados lácteos. Aunque se reducen increíblemente los vegetales, la dieta empleada para el estudio no era tan drástica en este sentido. Pese a que se pierde peso los beneficios para la salud no son tan buenos. Algunos de las enfermedades que pueden surgir son la cetosis, estreñimiento o diarrea, halitosis, cefaleas y fatiga en general.

Dietas bajas en grasas

"No obstante, los participantes fueron asesorados para elegir fuentes vegetales de grasa y proteína y para evitar las grasas trans (presentes en la margarina, por ejemplo)", escribió el equipo. Así la tercera dieta utilizada fue una baja en grasas. Tiene como objetivo principal reducir la cantidad de grasas y el colesterol de los alimentos. Así, los alimentos frescos son los más recomendables: frutas frescas, vegetales, pescado fresco (no marisco), aves, patatas y arroz, productos lácteos...Además, hay que evitar a toda costa grasas como la mantequilla, la margarina o cualquier tipo de aceite.