Los tatuajes de henna negra provocan alergias

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha editado una nota informativa en la que advierte de los tatuajes realizados con henna negra, poniendo acento en lo de negra: “La henna no es negra”, recalcan en la nota. De acuerdo con sus investigaciones, el producto puede producir reacciones alérgicas semanas después de su aplicación e, incluso, la decoloración permanente de la piel y cicatrices en la zona tatuada.

El asunto es grave dado que los eccemas producidos al usar dicha sustancia pueden requerir atención médica urgente y, en contados casos, hospitalización. La diferencia principal con la henna natural se encuentra básicamente en el colorante usado para obtener el tinte negro. “Incorpora colorantes como la p-fenilendiamina o PPD y cuyo uso directo sobre la piel está prohibido”, explican. Además, su permanencia en la piel es de más de una semana, frente a los cuatro días de la henna natural. Por este motivo, la AEMPS ha recomendado que se eviten dichos tatuajes.

La henna, el mejor aire acondicionado

Los tatuajes con henna se pusieron de moda hace varios años, especialmente para adornar nuestros cuerpos en verano, y ahora ya no es nada difícil encontrar mujeres de origen árabe realizando tatuajes en las playas españolas. La costumbre Menhdi, como tradicionalmente se conoce, nació como respuesta a la necesidad de aire acondicionado en el desierto. Cuando los habitantes de los desiertos de Rajasthan, Punjab y Gujarat se dieron cuenta de las cualidades refrescantes de esta sustancia no se lo pensaron dos veces y embadurnaron sus manos y pies con henna para mantener baja la temperatura de su cuerpo.

Pero al cabo del tiempo las mujeres se empezaron a cansar de llevar las manos y los pies totalmente enrojecidos. Investigando se dieron cuenta de que con un simple punto grande en el centro de la mano, la sustancia producía la misma sensación. A raíz de tan sorprendente descubrimiento empezaron a realizar los tradicionales símbolos decorativos. Para ello se sirven de un instrumento fino hecho de plata o marfil y que, en un principio, se usaba para la aplicación de polvos de ojos.

La planta de la que procede la henna es 'Lawsonia Inermis' y proviene de la familia 'Loosestrife' que, como descubrieron los nómadas del desierto, tiene la propiedad de bajar la temperatura del cuerpo humano. Crece en climas calientes y se encuentra en Marruecos, Irán, India o Malasia. Los tatuajes de henna varían de un país a otro, en base a la cultura y la religión del mismo. Por ejemplo, en Marruecos las mujeres suelen hacerse tatuajes que se borran a los pocos días. Pintan sus manos y pies como señal de prosperidad, belleza y para alejar los males.

Rápido y sin dolor

Este tipo de tatuajes tienen una gran aceptación porque permiten disfrutar de los mismos durante unos días sin peligro de arrepentimientos posteriores. Además, no utiliza agujas, es decir, no penetra en la epidermis y, por tanto, no produce dolor alguno. Si te cansas de él tan sólo deberás usar alcohol para retirarlo. El color que produce en la piel varía según las personas pero normalmente se trata de “una pasta de color marrón verdoso cuya marca sobre la piel es de color rojo intenso”, explican desde la AEMPS, y “no de un negro intenso”, concluyen. Ya saben, antes de realizarse uno vigile muy bien que color usan.