¿Un mal día para el cabello? Tiene explicación científica

Hay quien considera un buen peinado el colofón a un estilismo perfecto. Pero hay días en los que las condiciones climatológicas hacen que, pese a todos los aspectos el cabello no luzca como su dueño desearía. Pero lucir un pelo perfecto no es sólo la preocupación de su poseedor, la industria cosmética ha invertido 30.000 millones de libras en la creación de productos para que cada cual pueda obtener el resultado que desee en su cabello.

Ahora los científicos han dado un paso más. Los últimos estudios intentan encontrar la razón por la que un cabello resulta más suave que otro o tiene más tendencia a encresparse. Los investigadores han completado ya el primer análisis microscópico sobre las fibras capilares para averiguar cómo se produce la fricción entre ellas. Los resultados, según publica el diario Daily Mail, podrían cambiar la próxima generación de champús, acondicionadores y mascarillas capilares.

Los investigadores, de origen alemán, han estado estudiando la forma de medir la suavidad de cada uno de los cabellos, y parece que lo han logrado. El sistema utilizado ha sido una ponderación a través de un microscopio atómico, con el que observar a este nivel cómo las distintas fuerzas químicas y físicas actúan sobre los átomos que conforman el cabello y cómo interactúan entre ellos. Así, Eva Max, una de los doctores, químico en la universidad de Bayreuth, afirma que dando al cabello el tratamiento adecuado “hay una creciente necesidad de hacer que el pelo se vea más natural”. Dice la doctora que por primera vez “se ha presentado una forma experimental que ayuda a medir las fuerzas que actúan sobre el cabello cuando uno se desliza sobre el otro o cuando los presionamos”.

El estudio que fue presentado en Philadelphia ante la Asociación Nacional Americana de Química, se postula, según los doctores que lo han realizado, como una clave para proporcionar estrategias para optimizar los productos de cuidado capilar, ya que entre otras cosas, han calculado la fuerza requerida para peinar el cabello en un laboratorio de condiciones estandarizadas.

El análisis ha revelado también algunas de las razones por las que en ocasiones es difícil peinarlo. La primera es la fricción que provoca un daño mecánico sobre la superficie del pelo, ya que crea proyecciones escamosas que sobresalen por encima del resto. De lo que se desprende que la próxima generación de productos debería reducir la fricción que se produce entre los cabellos para evitar el encrespamiento.

La segunda fuente de daños en el cabello vendría determinada por las cargas negativas. El pelo se carga de electricidad estática y los cabellos se repelen entre sí, por lo que, recomienda este grupo de investigadores, los nuevos productos deberían aportar una carga positiva al cabello, lo que hará que luzca más brillante y agrupado. Aún falta por solucionar el problema de cómo afectan los factores externos como la humedad en el ambiente, aunque con los nuevos avances será un poco más fácil controlarlo durante esos días en los que el cabello se rebela.