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Este otoño pisarán con fuerza las agujas y las puntas afiladas
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Este otoño pisarán con fuerza las agujas y las puntas afiladas

Los tiempos evolucionan a un ritmo vertiginoso, tanto que lo que ayer era venerado y reverenciado por los personajes más ilustres, hoy puede estar abocado al

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Este otoño pisarán con fuerza las agujas y las puntas afiladas

Los tiempos evolucionan a un ritmo vertiginoso, tanto que lo que ayer era venerado y reverenciado por los personajes más ilustres, hoy puede estar abocado al más absoluto fracaso. En el mundo de la moda, las cosas funcionan igual, si bien a su favor hay que decir que cada cierto tiempo vuelve a dar una oportunidad a ciertas prendas y complementos ya olvidados. Si echamos un rápido vistazo por los zapatos de tacón que en la actualidad inundan las zapaterías y actos sociales, veríamos con sorpresa que el tacón de aguja y punta fina no está en su mejor momento. Pero no se preocupen que este invierno volverán para vestir nuestros pies, pero eso sí, en una versión menos arriesgada que las que se han podido ver hasta hace un par de años.

El tacón de aguja es aquel que posee la condición de acabar en punta con una longitud considerable. Diseñadores como Dolce&Gabbana o el querido Jimmy Choo, y tiendas como Mango o Asos, no han podido resistirse a sus encantos y los han incluido en sus catálogos. Los tacones de aguja y punta fina vienen en colores fuertes y metalizados, adornados con pequeños detalles como pulseras, lazos o estampados fantasía. De momento son bastante recatados pues apenas miden más de 6 centímetros y la punta, aunque afilada, es medio redondeada. De nuevo, se oirán voces críticas con respecto a su uso por dos motivos: por un lado, obligan a flexionar la rodilla, lo que puede provocar lesiones en la misma y, por otro lado, son, en cierta medida, responsables de la aparición de ‘juanetes o dedos de martillo’. En fin…para estar guapa hay que sufrir un pelín. Además, este invierno junto a ellos convivirán los salones peep toe, que son aquellos que dejan un dedo al aire.

Los zapatos de tacón han variado considerablemente en la última década. A finales de los noventa lo más cool era usar tacones no muy altos pero con el tacón grueso y la puntera redondeada o cuadrada, en colores como negro o crudo. Con el nuevo siglo las féminas decidieron apostar por un look menos agresivo, resurgiendo de nuevo el tacón con punta triangular, y es que hay que puntualizar que ya en los años veinte eran lo más. Sin embargo, hace un par de temporadas dejaron de ser atractivos, más o menos al mismo tiempo que lo hacían los pantalones de campana. Las pasarelas se inundaron de salones con la punta redondeada, manoletinas y plataformas. Pero como todo lo que baja tiende a subir, al menos durante la próxima temporada, los tacones de aguja y punta así como los vaqueros acampanados renacerán de sus cenizas.

Los tiempos evolucionan a un ritmo vertiginoso, tanto que lo que ayer era venerado y reverenciado por los personajes más ilustres, hoy puede estar abocado al más absoluto fracaso. En el mundo de la moda, las cosas funcionan igual, si bien a su favor hay que decir que cada cierto tiempo vuelve a dar una oportunidad a ciertas prendas y complementos ya olvidados. Si echamos un rápido vistazo por los zapatos de tacón que en la actualidad inundan las zapaterías y actos sociales, veríamos con sorpresa que el tacón de aguja y punta fina no está en su mejor momento. Pero no se preocupen que este invierno volverán para vestir nuestros pies, pero eso sí, en una versión menos arriesgada que las que se han podido ver hasta hace un par de años.