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Los productos enriquecidos, un negocio a costa de nuestra obsesión
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SALUD Y BELLEZA

Los productos enriquecidos, un negocio a costa de nuestra obsesión

 ¿Es usted uno de los tantos y tantos que cuando llega al ‘super’ siente que ha entrado en una farmacia? Donde antes colocaban los ‘huevos de

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Los productos enriquecidos, un negocio a costa de nuestra obsesión

 

¿Es usted uno de los tantos y tantos que cuando llega al ‘super’ siente que ha entrado en una farmacia? Donde antes colocaban los ‘huevos de gallina’, ahora colocan los enriquecidos con vitaminas y minerales, donde antes estaba la ‘leche de vaca’, ahora está la fermentada con ácidos grasos omega-3 y ácido oleico, y donde en su día se colocaban los ‘cereales de trigo’, ahora están los fortificados con fibra y minerales. Si quiere mantequilla, puede volverse loco buscándola: la que más a mano tiene es la margarina con fitosteroles.

 

Las empresas de alimentación han creado una necesidad inexistente hasta la fecha que, a costa de publicidad y de promesas de mejora de la salud, les está convirtiendo en multimillonarios. En España se venden unos 200 tipos de preparados de este tipo y el mercado crece a un ritmo de entre el 15% y el 20% al año, con un volumen de negocio de 3.500 millones de euros y la consultora Nielsen aventura que para el año 2010 la facturación de estos productos se multiplicará por diez.

¿No sería más fácil tomar la cantidad de fruta y verdura recomendada cada día que tener que recurrir a los alimentos funcionales? Además, su efecto sólo funciona cuando forman parte de una dieta equilibrada y cuando son consumidos por una persona que lleva un estilo de vida saludable, porque no todas las personas pueden beneficiarse de sus ‘efectos saludables’.

Por ejemplo, está demostrado que la ingesta excesiva de betacaroteno, un antioxidante de frutas y hortalizas que se añade a algunos zumos, aumenta la incidencia de cáncer de pulmón en fumadores. Las margarinas enriquecidas, ricas en ácidos grasos insaturados, sólo se recomiendan a personas que padecen de hipercolesterolemia y deben tomarla con moderación aquéllas que siguen regímenes para perder peso. Asimismo, las versiones ‘light’ de los productos pueden tener más calorías de las que aparentan tener.

El catedrático de Química Analítica de la Universidad de Cádiz Carmelo García Barroso afirma que el "boom" de productos enriquecidos con sustancias supuestamente beneficiosas para el cuerpo humano se han erigido como "un negocio para las empresas y una obsesión para el consumidor". García Barroso, que ha participado en el curso "Autenticidad y Trazabilidad de los Alimentos" que ofrece la UNIA en Baeza, ha destacado que las empresas han establecido el "marchamo de funcionalidad" en su trabajo diario, "sin informar al consumidor" sobre cuál es realmente el efecto que supone para el cuerpo humano y cuál debe ser la dosis.

El catedrático ha lamentado que no se indique si la cantidad de sustancias que enriquecen al producto "actúan con un litro de leche o con diez". "Los consumidores tienen ya obsesión por este tipo de productos", ha afirmado, a la vez que ha lamentado que los productos ecológicos, "los que mayor garantía ofrecen de que no han sido manipulados de ninguna manera", no tengan tantos adeptos.

En relación a ese déficit de información al consumidor, García Barroso ha incidido en la importancia de la directiva europea que se está elaborando para regular este sector, una medida que "como siempre está por detrás de los hábitos de consumo".