Las tiendas de gangas revolucionan el mercado

Aunque resulte reiterativo no se puede negar que la tan famosa ‘crisis’ ya está entre nosotros. Uno de los grandes afectados es el sector textil y es que, obviamente, antes de vestirse hay que comer. Los datos nos han demostrado que las ventas en los comercios de ropa han caído hasta un 25%, lo que ha motivado unas rebajas más agresivas, si bien no ha servido de mucho.

 

Una de estas empresas es el grupo gallego capitaneado por Amancio Ortega, Inditex. Hace cosa de cinco años decidió impulsar una nueva marca, Lefties, que vendría a equiparse a las tiendas que anteriormente poseía y que se dedicaban única y exclusivamente a vender los restos de antiguas colecciones o prendas con pequeñas taras. Sin embargo, con el paso de los años Lefties ha pasado a tener una colección propia que supera, en un 70% a las prendas antiguas o sin valor comercial en Zara u otras cadenas del grupo como Stradivarius o Bershka.

Si bien en principio no tiene intención de convertirse en una cadena más del grupo, como puede ser el caso de Pull & Bear o Oysho, su expansión ha sido del tal magnitud (50 tiendas en toda España) que hay quien cree que puede ser una nueva apuesta del grupo, tal y como lo ha sido este verano Uterqüe. Y es que uno de sus objetivos es competir con la irlandesa Primark con la sueca H&M ofreciendo prendas a bajo coste. El precio más bajo: 0’95 euros.

Los reducidos precios son la mejor baza de esta tienda así como la facilidad de encontrar alguna que otra ganga de vez en cuando. En su contra, la desorganización y la venta de artículos que no siempre se adecuan a unos cánones adecuados con lo cual la ropa puede no sentar del todo bien. Asimismo es difícil dar con la talla exacta de la prenda que buscas ya que es frecuente que no tan sólo se haya confeccionado con la talla M o L.

‘Made in China’

Sin embargo, estás no son las únicas tiendas que triunfan en la actualidad gracias a sus reducidos precios. En segundo lugar, encontramos una serie de tiendas, regentadas y atendidas en la mayoría de los casos por latinoamericanos. Igualmente es este tipo de población la que suele disfrutar siempre con sus prendas y complementos.

Venden de todo: vestidos, tangas, tacones, sandalias, camisetas, batas... y sus precios son tan bajos, 1 euro de mínima,  como la calidad de sus productos. No hay que decir que estas tiendas tienen un característico olor a plástico. La organización es esmerada, aunque la luz y el ambiente que se quiere imprimir a estos locales invita poco a la compra.

Por último, y, consecuencia de la expansión china, se han abierto en nuestro miles de negocios dirigidos por chinos. Desde alimentación a tiendas de ‘Todo a Cien’ y, cómo no,  tiendas de moda china. Y cuando decimos moda es moda, no trajes tradicionales de la cultura china. La calidad y precios de los artículos que venden vendrían a equiparse a los de Lefties si bien es cierto que el diseño no tiene nada que ver.