Las famosas peor vestidas no llorarán la muerte de Mister Blackwell

La crítica de moda acaba de perder a una de sus plumas más afiladas. Mr. Blackwell, autor de la mundialmente conocida lista anual de las famosas peor vestidas, ha muerto debido a una infección intestinal. Terminan de este modo 86 años de vida dedicados por completo a la moda, primero desde el campo de la creación y haciendo posteriormente del comentario un arte.

 

Sus críticas de moda en US Weekly, una de las principales revistas del cuore en el mercado estadounidense, tenían su punto álgido en la lista que anualmente elaboraba con las famosas peor vestidas, clasificación que invariablemente llegaba a las páginas de la revista desde 1960. Muchas famosas temían el momento del año en el que el ranking salía en los kioscos, y no sólo por la posición que podían ocupar, sino por los siempre mordaces comentarios con los que Blackwell siempre acompañaba las ilustraciones. 

Para la Historia queda ya la última de las listas, la de 2007, que fue publicada hace diez meses, nada más comenzar 2008. Victoria Beckham ocupaba, por deméritos propios, el escalafón más alto en su graduación del mal gusto. Su indisimulada afición por las minifaldas pudieron con Blackwell, que llamaba mini-monstruosidades a los modelitos de la ex Spice Girl.

Richard Sylvan Selzer (nombre auténtico de Blackwell) era el azote de muchas de las estrellas que con mayor o menor fulgor pululan en el planisferio celeste del showbiz. Britney Spears y Paris Hilton, por ejemplo, eran otros dos de sus objetivos ‘favoritos’. Para ellas se guardó algunos de sus dardos más afilados: las dos musas de la ebriorexia eran sencillamente “unas depravadas de la moda”. Palabra de Blackwell.

Parias y miserables

Otras que también salieron mal paradas fueron Mariah Carey y Christina Aguilera, a quienes tildó, respectivamente, de "paria de la moda" y de "exenta de clase". Y siguen las ‘perlas’: Sharon Stone parece "Cruella De Ville" (seguro que su ex marido está de acuerdo) y Tori Spelling "encarna la miseria de Bervely Hills"... sobre todo después de quedarse sin la herencia de su padre, el fallecido productor Aaron Spelling, y de no participar en la secuela de Sensación de Vivir.

De su pluma afilada tampoco se libraron miembros de la realeza británica, desde la propia reina Isabel II, a quien comparó con un "árbol de Navidad" o un "payaso real", hasta Camila Parker-Bowles, segunda esposa del príncipe Carlos, a quien llamó "la Duquesa sin Gracia", "que parece un periquito petrificado de la edad jurásica" por "sus sombreros de plumas que alguna vez causaron furor". "Un desastre real", y punto en boca.

Pero el crítico, que mostraba también su lado más amable en la lista de las diez independientes fabulosas de la moda que publicaba cada enero junto a la otra de las peor vestidas, tampoco dejó de lado a la primera esposa del príncipe de Gales, Lady Di, cuyo estilo en 1982 calificó de "hortera y anticuado". Años más tarde, cuando Diana de Gales cambió de imagen, la princesa pasó a formar parte de las habituales de su lista positiva.