‘Splendor’ para tener una piel como la de Laetitia Casta

Tras los excesos solares del verano y ahora con los fríos de invierno, la piel reclama unas ‘recetas’ específicas que le haga recuperar, en un tiempo récord, su estado correcto de hidratación, luminosidad y elasticidad. Para conseguir este triple objetivo, Maribel Yébenes ha creado Splendor. “Este innovador tratamiento está especialmente recomendado para todas aquellas mujeres que deseen una puesta a punto para su piel y así, afrontar el otoño con una tez radiante y rebosante de luminosidad”, explica. Asegura también que es un método perfecto indicado para los hombres, “que aunque tienen la piel más gruesa, igualmente requieren una cura intensiva que deje su piel perfectamente hidratada y resplandeciente”.

¿En qué consiste exactamente esta técnica? Primero se hace un exhaustivo análisis de la piel para establecer las carencias y necesidades de la misma. A continuación, una exfoliación con baño de coral servirá para limpiar la piel en profundidad. Gracias a estas partículas se eliminan todas las impurezas acumuladas, además de activar la circulación, alisar y suavizar la piel, que recupera luminosidad.

A continuación se aplica un nanogel que contiene vitamina C y ácido hialurónico para hidratar profundamente la piel y recuperar elasticidad. Este producto penetra con la ayuda de un láser frío, absolutamente indoloro, que minuciosamente trabaja todas las zonas más conflictivas “como las líneas de expresión, arrugas incipientes, contorno de ojos, el óvalo”, explica Yébenes. “El láser frío previene y retrasa el envejecimiento, además de afinar los poros, combatir la flaccidez, atenuar las arrugas y aportar vitalidad a la piel” afirma la directora del Instituto de belleza situado en la segunda planta del número 114 del paseo de la Castellana.

 

El tercer paso es dar unas ráfagas de luz LED que ayudan a activar la producción de colágeno y la regeneración de la piel. ¿El efecto? “Notarás, simplemente, una ligera vibración sobre el rostro, muy agradable y relajante”, en palabras de Maribel Yébenes. Después se extiende sobre las zonas a tratar un cóctel de suero de soja y vitaminas C y E y se aplica un difusor de oxígeno que transporta y hace penetrar estos activos anti-edad hasta la epidermis. Así, la piel, se oxigena y recarga las pilas de antioxidantes para mantener las defensas bien altas frente a los radicales libres.

El tratamiento concluye con una mascarilla termal, rica en sales minerales y oligoelementos que aportan vitalidad, energía y tonicidad a la piel. “Los resultados son espectaculares desde la primera sesión. Deja la piel intensamente hidratada, jugosa y con una luminosidad increíble”, remata la directora. Dependiendo del estado de cada paciente, se recomienda un mínimo de 3 sesiones, 1 cada 15 días.