Es noticia
Menú
Bunratty, el aire medieval de Irlanda
  1. Estilo
VIAJE

Bunratty, el aire medieval de Irlanda

Cualquier viaje a Irlanda que se precie debe incluir, como plato fundamental, la visita al famoso pueblo y castillo de Bunratty en el Condado de Clare,

Foto: Bunratty, el aire medieval de Irlanda
Bunratty, el aire medieval de Irlanda

Cualquier viaje a Irlanda que se precie debe incluir, como plato fundamental, la visita al famoso pueblo y castillo de Bunratty en el Condado de Clare, a apenas veinte minutos de Limerick. Y es que Irlanda es algo más que un país de duendes y la cuna de la famosa cerveza Guinnes, a la que muy pocos extranjeros se acostumbran. Consciente de su atractivo desde el punto de vista turístico, Irlanda ofrece la posibilidad de disfrutar de innumerables parajes propios de las grandes producciones de Hollywood o de las historias que antaño poblaran los libros de caballería.

 

El parque temático de Bunratty es uno de esos lugares con encanto y que tanto caracterizan al país verdi-naranja por excelencia. Un territorio donde no será difícil olvidarse de la estresante sociedad en que ahora vivimos y dejarse llevar a un mundo de sensaciones. Se trata de un complejo formado por un castillo y una serie de casitas reconstruido, con sus calles del siglo XIX, y dotado de escuela, pub, tiendas e iglesia. Muchas de las casas son, además, pequeñas granjas ataviadas con la decoración típica: fuego de turba en la chimenea, molino hidráulico, animales vivos, muebles rústicos...

Agudiza los sentidos

Los detalles han sido primorosamente cuidados, tanto que los visitantes podrán conocer de cerca los olores de estos hogares, sentarse en sus ‘incómodas’ sillas o jugar a ser granjero portando algún que otro artilugio de labranza. Asimismo en una de las casas principales, unas lugareñas cocinan durante el horario de visita un dulce típico de la zona, a base de bizcocho, pasas y mantequilla. Sin duda, una experiencia que muy pocos sitios permiten conocer. Quizá lo menos atractivo es su extensa vegetación y su amenaza constante de lluvia, motivo por el cual es recomendable llevar botas de goma para paliar los tan temidos efectos del barro en nuestra ropa.

Además, y para dar más realismo si cabe, la empresa propietaria del complejo ha contratado a varios actores que simulan ser el fotógrafo, el doctor o el maestro. Eso sí, esté ojo avizor, ya que no es fácil verlos. Algunas noches se ofrecen cenas medievales, en las que el vino y la carne son los productos más abundantes.

Vistas deliciosas

Al fondo y junto a las viviendas, cuidadosamente dispuestas por una senda de dos caminos (uno de ida y otro de vuelta), se halla el Castillo de Bunratty construido en 1425 siguiendo la arquitectura normanda. Se conoce como arquitectura normanda al estilo románico creado por los normandos durante los siglos XI y XII en fortificaciones, castillos, abadías, iglesias...y que, en el futuro, daría lugar al gótico. Su principal característica es el uso de arcos redondos sobre puertas y ventanas y proporciones misivas.

El lugar donde se construyó el castillo perteneció en su día al pueblo vikingo, quienes lo ocuparon en el año 970 para instalar un capo destinado al comercio. Fue en 1270 cuando Robert de Muscegros diseñó la primera fortaleza. Sin embargo, su construcción fue derruida, siendo reconstruida en numerosas ocasiones aunque habría que esperar al año 1425 cuando la familia Mac Namara creó el castillo que ahora podemos contemplar, si bien 50 años después pasaría a manos de los O’Brien, el clan más importante de Munster. En 1954 el castillo fue sometido a una importante recuperación, engalanando su interior con tapices y mobiliario del siglo XVI.

Sin embargo, no es ello lo más atractivo. A través de sus innumerables y laberínticas escaleras de caracol los turistas pueden subir hasta sus dos torres para disfrutar de un paisaje increíble: una amplia llanura bañada por el río Shannon o Mar de Irlanda y, el pueblo.

Cualquier viaje a Irlanda que se precie debe incluir, como plato fundamental, la visita al famoso pueblo y castillo de Bunratty en el Condado de Clare, a apenas veinte minutos de Limerick. Y es que Irlanda es algo más que un país de duendes y la cuna de la famosa cerveza Guinnes, a la que muy pocos extranjeros se acostumbran. Consciente de su atractivo desde el punto de vista turístico, Irlanda ofrece la posibilidad de disfrutar de innumerables parajes propios de las grandes producciones de Hollywood o de las historias que antaño poblaran los libros de caballería.