Vista a su bebe a su imagen y semejanza

Las mamás están de enhorabuena. Y es que sus diseñadores preferidos han empezado a lanzar colecciones para sus pequeños. Si bien no es un fenómeno nuevo, en los últimos diez años ha adquirido un mayor volumen. Ya en los años 30, el modisto de alta costura y de origen francés Paul Poiret se arriesgó con una colección para niños. Veinte años más tarde, la princesa Grace de Mónaco convenció a Dior para que lanzará prendas para niñas. Su éxito fue tal que el diseñador decidió incorporar una división de ropa infantil a su firma.

 

Sin embargo, hay que hacer una distinción entre aquellos que diseñan ropa para niños tal y como suena; y aquellos otros que visten a los niños a imagen y semejanza de sus padres usando prendas imposibles, estampados agresivos, incluso para los adultos, y un lujo que parece sacado del ‘Todo a Cien’. Esta segunda es la que parece encantar a los diseñadores Domenico Dolce y Stefano Gabbana, quienes han diversificado su imperio a límites insospechables: creando desde camisetas, gafas de sol o zapatos hasta restaurantes.

Recientemente han lanzado una edición de accesorios y complementos para bebés. Si bien hay que decir a su favor que han cuidado bastante los colores y estampados empleados, alejándose de su queridísimo estampado ‘print’ (animal para los que no lo sepan). La nueva línea incluye una serie de bodies, biberones, porta-biberones, baberos, gorritos...en colores típicos como el azul y el rosa e, incluso, negro y rojo. Los precios son excesivos aunque, si lo piensan, es una buena opción como regalo.