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La bahía de Halong, una maravilla en la costa vietnamita
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La bahía de Halong, una maravilla en la costa vietnamita

Situada a 170 kilómetros de Hanoi, la Bahía de Halong ocupa una superficie de 1.500 kilómetros cuadrados en los que se elevan casi 2.000 isletas coronadas

Foto: La bahía de Halong, una maravilla en la costa vietnamita
La bahía de Halong, una maravilla en la costa vietnamita

Situada a 170 kilómetros de Hanoi, la Bahía de Halong ocupa una superficie de 1.500 kilómetros cuadrados en los que se elevan casi 2.000 isletas coronadas por densa jungla y habitadas por antílopes, monos y lagartos. Los lugareños han bautizado a casi la mitad de los atolones con nombres como ‘El beso de las rocas’, el ‘Elefante’ o la ‘Pelea de gallos’ por el parecido que ofrecen sus siluetas al dibujarse en el horizonte.

Algunos de los farallones están plagados de cuevas con innumerables estalactitas y estalagmitas, que los responsables turísticos han alumbrado con tenues luces azules y granates, que causan un efecto que gusta a unos y desagrada a otros visitantes. Una parte importante de la bahía son las más de 1.500 personas que viven en cuatro aldeas flotantes, en las que además de sencillas viviendas hay escuelas y hasta centros de ocio.

Sus habitantes se dedican a la pesca y a la acuicultura de moluscos y pescados, que ahora venden a los turistas, cuyo número se ha multiplicado desde que hace doce años el lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En los último diez meses, la Bahía de Halong ha recibido unos 3,8 millones de visitantes, la mayoría de China, Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, Italia y España, según reflejan los datos oficiales.

Decenas de embarcaciones surcan casi todos los días estas aguas para transportar a los turistas hasta las cuevas o playas de la bahía, donde las autoridades han construido numerosos muelles y también un casino-hotel de lujo frente a una de las islas. Aun así, los ecologistas advierten de que el combustible y el aceite de los barcos, así como los desechos que dejan los turistas, son un potencial riesgo para la sostenibilidad de este impresionante paraje natural.

Ha Long significa en vietnamita "dragón descendiente", nombre que hace mención a la leyenda sobre la formación de este paraje. Según la versión popular, Vietnam estaba siendo atacada por una enorme flota de barcos chinos y los dioses, para defender al país, enviaron a una familia de dragones, que dejaron caer joyas y piedras de jade desde el cielo, que hundieron las embarcaciones y formaron un cinturón de islas protectoras.

La explicación científica es que la acción de la lluvia y la del agua salada durante 230 millones de años ha erosionado las rocas de caliza hasta formar miles de relieves calcáreos de formas caprichosas, cuevas y hasta lagos interiores.

Una maravilla natural

Ahora Vietnam puja fuerte para que su fascinante bahía recupere el primer puesto de la lista de parajes que entrarán a formar parte del elenco de lugares incluidos entre las Siete Maravillas Naturales. Tras ser el más votado hasta hace pocos meses, este conjunto de islotes de la bahía más pintoresca de Asia ha pasado al segundo puesto detrás del Parque Nacional de Puerto Princesa, en Filipinas.

Operadores turísticos, organizaciones ecologistas y la comunidad de pescadores que vive en la bahía trabajan codo con codo para ofrecer la mejor imagen de este extraordinario lugar de islotes y farallones que se alzan en el mar como un ejército de seres fantásticos. "Confiamos en que la bahía sea votada como una de las Siete Maravillas Naturales, pero si además conseguimos quedar los primeros sería un gran orgullo para todo el país", comenta Khan Thuy Lan, un guía turístico de 28 años.

Lan explica que las autoridades y la sociedad están volcadas en que los turistas disfruten de las incomparables islas diseminadas por la bahía, sus cuevas y las aguas de color turquesa, sin descuidar la tarea de preservar el ecosistema. La Bahía de Halong, declarada Patrimonio Universal por la UNESCO, compite con el monte Everest, el río Amazonas, las islas Galápagos o Sierra Nevada para convertirse en una de las Siete Maravillas Naturales, que serán elegidas mediante votación popular.

Esta iniciativa ha sido impulsada por la fundación Siete Nuevas Maravillas y en ella pueden participar parajes o monumentos naturales que no hayan sido creados o significativamente alterados por la mano del hombre. El plazo para la presentación de candidaturas para este concurso global, en la dirección de internet (www.natural7wonders.com), concluye el próximo 31 de diciembre.

A lo largo de 2010 y 2011, los votantes elegirán a las "Siete Maravillas Naturales" de entre los 21 parajes naturales que queden finalistas en las etapas preliminares. El pasado año, se seleccionaron como las Nuevas Siete Maravillas a la Gran Muralla China, la ciudad de Petra (Jordania), el Cristo Redentor de Río de Janeiro (Brasil), las ruinas del Machu Picchu (Perú), el Coliseo romano (Italia), el Taj Majal (India) y la pirámide de Chitchán Itzá (México).