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Martín Berasategui nos invita a cenar en casa
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GASTRONOMÍA

Martín Berasategui nos invita a cenar en casa

En su salsa. Martín Berasategui se paseaba este martes exultante y a toda velocidad por los puestos del madrileño mercado de la calle Ayala, saludando a

Foto: Martín Berasategui nos invita a cenar en casa
Martín Berasategui nos invita a cenar en casa

En su salsa. Martín Berasategui se paseaba este martes exultante y a toda velocidad por los puestos del madrileño mercado de la calle Ayala, saludando a viejos conocidos y atendiendo pacientemente a los medios. El cocinero vasco está en Madrid para presentar su último libro y lo ha hecho en un espacio natural para un cocinero: los siempre concurridos y vistosos puestos de un mercado de abastos (“Sin la gente que se levanta a las cuatro de la mañana para traernos la materia prima no seríamos nada”).

Sí, Berasategui nos invita a cenar en casa, aunque no en la suya, sino en la de todos y cada uno de nosotros, “los que están en crisis y los que tienen el bolsillo hinchao”, y recopila en Martín Berasategui te ayuda a cocinar (Ed. El País-Aguilar, 24,50 €) un recetario completo con 150 entradas en el que hay cabida tanto para platos sofisticados como para ideas sencillas y resultonas.

 

Su oferta puede cambiar la vida de muchas personas enganchadas a la lata de fabada: “En pocos minutos y sin ensuciar mucho la cocina se pueden hacer recetas de Martín Berasategui en cualquier lugar”, explica, porque “los que piensan que están limitados para la cocina se atreverán y podrán considerarse cocineros nuevos y de éxito”. El truco está para él en elegir con cuidado los platos y saber para quién está escribiendo.

“Lo más importante de un cocinero cuando transmite algo”, asegura, “es saber a quién lo está transmitiendo. En el restaurante de Lasarte enseño mi cocina de arte y vanguardia a clientela que viene de todo el mundo, y en este libro quería estar cerca de los que cocinan en las casas”. Por eso hay platos aptos para los más patosos en la cocina, del tipo de la tan sencilla como nutritiva vichyssoise, pero también recetas elaboradas. “Lo más importante”, remarca Berasategui, “es ser transparente, accesible, ser humilde y ponerte en el lugar de la persona que está cocinando en su casa y haciendo que se lo pase tan bien en la cocina como yo lo hago”.

Berasategui, que los domingos por la noche abandona su emblemático apellido para convertirse simplemente en Martín, abre su libro particular de recetas, esas mismas que prepara para sus hijos o sus amigos, y lo hace con las mismas tres palabras con las que ha triunfado en el mundo de la restauración: “Humildad, respeto y trabajo”. Con una presentación formal impecable, cada receta incluye cinco fotografías paso a paso y trucos que ayudan a aprovechar al máximo las posibilidades de cada uno de los platos en este homenaje al ama de casa que sirven, como remata su propio autor, “para estar a gusto, disfrutar de la familia y los amigos... porque la vida es para divertirse”.

En su salsa. Martín Berasategui se paseaba este martes exultante y a toda velocidad por los puestos del madrileño mercado de la calle Ayala, saludando a viejos conocidos y atendiendo pacientemente a los medios. El cocinero vasco está en Madrid para presentar su último libro y lo ha hecho en un espacio natural para un cocinero: los siempre concurridos y vistosos puestos de un mercado de abastos (“Sin la gente que se levanta a las cuatro de la mañana para traernos la materia prima no seríamos nada”).