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Así viajaremos en 2093
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DISEÑO

Así viajaremos en 2093

Naves con forma de platillo volante, aviones que utilizan los campos de fuerza de la atmósfera en vez de combustibles fósiles, híbridos entre avioneta y helicóptero

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Así viajaremos en 2093

Naves con forma de platillo volante, aviones que utilizan los campos de fuerza de la atmósfera en vez de combustibles fósiles, híbridos entre avioneta y helicóptero que funcionan gracias a sistemas de placas solares... el futuro de la aviación comercial pende de un hilo en estos tiempos de crisis, pero la innovación no entiende de recesiones y hay quienes ya se plantean cómo nos moveremos los humanos dentro de ocho décadas de un punto a otro de la Tierra o por las cercanías del planeta. La línea aérea finlandesa Finnair conmemora sus 85 años de servicio mirando al futuro en vez de al pasado con la publicación de un libro que analiza el horizonte de perspectivas de los viajes aéreos.

Puede sonar a extravagancia, pero eso mismo es lo que le ocurría a Julio Verne cuando se ponía a escribir en el siglo XIX sobre máquinas capaces de surcar las profundidades marinas o proyectiles tripulados dirigidos a la Luna. La creatividad no sólo entretiene: también es la savia que permite a las empresas adaptarse a los tiempos, como explica Sirpa Juutinen, de PriceWaterhouseCoopers, que en el libro se ha encargado de examinar la impotancia de las ideas creativas para el futuro: “Para tener éxito en la gestión de cualquier empresa es necesaria la habilidad de prever el futuro”, explica.

 

¿Cómo serán, pues, los nuevos modelos de viaje? El libro de Finnair propone cinco alternativas que van desde el transporte de grandes pasajes hasta sistemas aéreos para la familia, todos con líneas exteriores absolutamente aerodinámicas e interiores plagados de detalles y comprometidos con el medio ambiente. El más impresionante de todos por su diseño es el Finnair A1700-2400 Cruiser: los platillos volantes dejarán de formar parte de las teorías conspiratorias para pasar a conseguir slots de vuelo en los principales aeropuertos del mundo.

Adiós a las alas. Sus formas redondeadas recuerdan irremediablemente a las extrañas naves que avistó por primera vez un piloto sobrevolando el estado de Washington en 1947, y sus características parecen las de un platillo volante: es capaz de despegar en vertical, aterrizar sobre el mar o planear. Sus motores se giran hasta 26 grados en cualquiera de los dos planos para dotar de estabilidad a la aeronave, y en su interior, con capacidad para hasta 2.400 pasajeros, hay espacio para bares, restaurantes, tiendas, un salón de belleza, gimnasio o salas de proyección.

El A600-850 M es un avión supersónico cuyo diseño exterior parece homenajear directamente al padre de la aviación comercial más rápida que el sonido, el Concorde. A diferencia de la aeronave franco-británica, el modelo experimental de Finnair produce cero emisiones y su estructura externa está construida a partir de materiales nanocerámicos ultraligeros y resistentes. Las alas son parcialmente elásticas y se adaptan a las condiciones de velocidad y temperatura para alcanzar siempre el máximo rendimiento. En su interior, espacio de lujo para 850 pasajeros con asientos ‘inteligentes’ que se amoldan a nuestros cuerpos, compartimentos insonorizados, pantallas de 3D o Internet.

De la Tierra al hotel

Una de las propuestas más destacadas es la nave diseñada como lanzadera para vuelos entre la Tierra y hoteles espaciales situados en órbita a unos 500 kilómetros sobre nuestras cabezas. Está diseñada con forma de flecha y preparada para operar a alta velocidad a cualquier nivel de la atmósfera, aunque no tiene grandes extras: el lujo estará al llegar al hotel de 450 camas, que da una vuelta completa al planeta cada nueve horas e incluye un anfiteatro, invernaderos y todo tipo de actividades recreativas. El viaje no dura más de 25 minutos.

Los dos últimos modelos presentan las mismas características de sostenibilidad y diseño que los anteriores, aunque adaptadas a dos conceptos distintos. Por un lado, el A600-850 está diseñado para viajes de corto recorrido y es capaz de despegar tanto en pista como verticalmente. No necesita más energía para desplazarse que la generada por las placas solares del exterior y está construido con materiales 100% reciclables. Sus 850 pasajeros podrán disfrutar en el interior de cabinas independientes y ventanas ‘virtuales’ que permiten ver la televisión o el exterior de la nave.

Para finalizar, Finnair presenta en su libro un prototipo híbrido de helicóptero y avioneta que según sus cálculos podría empezar a funcionar en cuestión aproximada de una década, en 2020. Construido en fibra de carbono de última generación, se moverá con electricidad generada por placas solares y tendrá capacidad para tres personas. Gracias a sus bajos costes de construcción y de mantenimiento se convertirá, si se cumplen las previsiones, en un clásico del siglo XXI con un diseño que perdurará durante décadas.

¿Demasiado irreales para ser construidas algún día? Puede ser, pero sólo probando se puede saber lo que realmente funcionará. El libro de Finnair, que se puede adquirir en la tienda de la compañía en el aeropuerto de Helsinki, se complementa con una página web abierta a discusiones para que cualquiera pueda opinar sobre sus visiones del futuro.

Naves con forma de platillo volante, aviones que utilizan los campos de fuerza de la atmósfera en vez de combustibles fósiles, híbridos entre avioneta y helicóptero que funcionan gracias a sistemas de placas solares... el futuro de la aviación comercial pende de un hilo en estos tiempos de crisis, pero la innovación no entiende de recesiones y hay quienes ya se plantean cómo nos moveremos los humanos dentro de ocho décadas de un punto a otro de la Tierra o por las cercanías del planeta. La línea aérea finlandesa Finnair conmemora sus 85 años de servicio mirando al futuro en vez de al pasado con la publicación de un libro que analiza el horizonte de perspectivas de los viajes aéreos.