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'Pequeños mundos' para los adultos
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'Pequeños mundos' para los adultos

Desde hace unos días medio mundo vive envuelto en un período de magia y fantasía. La Navidad, más allá de la celebración religiosa que conlleva, es

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'Pequeños mundos' para los adultos

Desde hace unos días medio mundo vive envuelto en un período de magia y fantasía. La Navidad, más allá de la celebración religiosa que conlleva, es quizá el único momento del año en que los niños y, principalmente los adultos, pueden dejar volar su imaginación e instintos más infantiles gracias a las fascinantes figuras de los Reyes Magos y Papa Noel.

No es de extrañar, por tanto, que sea en esta época del año cuando los adultos retrocedan hasta la niñez y no tengan ningún problema en pedir a los Reyes Magos algún que otro juguete de la infancia para su colección actual.

Juguetes retro-pop

A ellos se dirige la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes que, conscientes de la atracción y el negocio que mueven los juguetes retros ente la ‘generación nocilla’ (aquella que creció con los primeros ordenadores, disfrutaba con La bola de Cristal o soñaba con hacerse mayor para poder disfrutar de la ‘Movida madrileña’) ha lanzado toda una serie de artículos que, aunque bien podrían valer para sus hijos, son más que nada caprichos de unos niños que crecieron en una época de importantes cambios políticos para España. Para ellos se han reinventado las barriguitas, los clic de Playmobil, los trenes o el famoso Scalextric, entre otros muchos juguetes.

Pero no sólo ésta se preocupa por los mayores afectados por el 'síndrome de Peter Pan'. Desde el año 2005 el Museo del Traje en Madrid organiza cada año, coincidiendo con las fiestas navideñas, una exposición dedicada a enseñar el mundo del juguete y del niño.

Pequeños mundos

La exposiciones se iniciaron hace tres años con un homenaje a la colección particular del museo sobre Mariquita Pérez, la muñeca que causó furor en nuestro país entre los años 40 y 50. Un año más tarde los agraciados fueron los juguetes de hojalata, finalizando en 2006 con los recortables de papel. Este año, bajo el nombre de Pequeños mundos, el Museo del Traje expondrá un interesante conjunto de casitas de muñecas y miniaturas.

La exhibición se divide en varias secciones en función de las distintas tipologías de los espacios. Así se encuentra una sala en la que se han dispuesto casitas de muñecas con dos estilos arquitectónicos, el del norte peninsular y uno más modernista. Otras también reseñables: las capillas, tiendas (colmados, carnicerías...), farmacias, escuelas, cocinas y baños... Por último, se ha incluido una estación de ferrocarril. Los objetos que se podrán ver en la exposición no sólo pertenecen a coleccionistas. Muchos de ellos son juguetes reales que los niños modificaron para adaptarlos a sus diversiones por lo que es fácil apreciar piezas ajenas y llamativas.

Casitas con una larga tradición

La historia de este juguete se remonta al siglo XVI, cuando en Alemania se crearon las primeras casas destinadas al coleccionismo de las grandes familias aristocráticas. Aunque se hicieron algunas para el público infantil tan sólo se han conservado las de mayor calidad. Sin embargo, no sería hasta la primera mitad del siglo XIX cuando los ingleses les dieron su nombre actual y nacieron las primeras fábricas dedicadas a este menester, haciendo que perdieran el carácter exquisito y volviéndose más sencillas y rentables. Su segundo momento de apogeo tuvo lugar en los años 20 y 30 cuando se introdujo la hojalata. Y ahora vuelvan a estar de moda.

Desde hace unos días medio mundo vive envuelto en un período de magia y fantasía. La Navidad, más allá de la celebración religiosa que conlleva, es quizá el único momento del año en que los niños y, principalmente los adultos, pueden dejar volar su imaginación e instintos más infantiles gracias a las fascinantes figuras de los Reyes Magos y Papa Noel.

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