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Dolce & Gabbana no hará más avances de temporada
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Dolce & Gabbana no hará más avances de temporada

El mundo de la moda no es tan fantástico como parece. A las declaraciones de Antonio Miró sobre la falta de respeto de la Generalitat a

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Dolce & Gabbana no hará más avances de temporada

El mundo de la moda no es tan fantástico como parece. A las declaraciones de Antonio Miró sobre la falta de respeto de la Generalitat a los diseñadores consolidados se une ahora una nueva propuesta. Los modistos italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana, creadores de una de las firmas de ropa más prestigiosas del mundo, han decidido poner fin al ritmo frenético de los avances de temporada, ya que, según ellos, arruinan el mercado de la moda.

"Hemos decidido decir basta. Iremos a contracorriente, seremos quizá los primeros en hacerlo, pero ha llegado el momento de cambiar", aseguraba Gabbana en una entrevista que publicaba ayer el diario económico italiano Il sole 24 ore. "Hace ya un año que estamos un poco cansados de estos ritmos -explicaba-, que requieren un gran compromiso estilístico, pero sobre todo un enorme esfuerzo empresarial. Todo debe ser muy veloz y estar muy bien hecho, con un servicio siempre al máximo".

Los italianos se quejaron, igualmente, del interés "viciado" y generalizado por tener antes que nadie las propuestas de la próxima temporada, cuando, incluso, no se ha disfrutado de las prendas de la actual estación, algo que, según ellos, partió de Estados Unidos para después llegar a todo el mundo. "A base de anticipar se termina por trabajar a la vez sobre más colecciones, mientras nuestros proveedores de tejidos no tienen todavía productos nuevos que ofrecer. Es un frenesí que crea problemas a toda la industria textil", apunta Gabbana.

Según el modisto, Dolce & Gabbana empezó hace quince años sus primeros avances de temporada, pero entonces, dijo, era un fenómeno mucho más pequeño, con un interés menos "excesivo" del que existe hoy. "A mitad de noviembre veo los escaparates con minifaldas de colores y camisas. ¡Y aún no habíamos vendido los abrigos ni las pieles! ¿Estamos locos?, me dije. No se ha acabado aún la mercancía de la colección actual y ya ha llegado la de la próxima", comentó indignado Gabbana. Sus palabras recogen una realidad: que en el sector de la moda no esto es jauja y que detrás de las pasarelas, los focos y las fiestas hay gente que dedica muchas horas a sacar adelante las colecciones.

"Si nos queremos suicidar, hagámoslo entonces. Pero las cosas se deben comprar cuando hacen falta. Por ellos hemos decidido entregar todo en los tiempos adecuados, sin olvidar evidentemente que nos dirigimos a un público que ya tiene de todo y por eso en las tiendas debe haber siempre mercancía fresca", puntualizó.

Sobre la crisis económica, que afecta también a la prestigiosa firma de moda, Dolce asegura que prefiere que hayan caído las ventas de la compañía a encontrar su ropa "rebajada un 50 por ciento un mes después" de haberla sacado al mercado. Este es un momento, señaló "en el que hace falta ser muy creativos y tenemos que serlo todos, desde las panaderías hasta el gran empresario. Nosotros los italianos en la creatividad somos los mejores del mundo. Esto nos hace ser muy optimistas: la creatividad nos salvará, como siempre nos ha salvado".

El mundo de la moda no es tan fantástico como parece. A las declaraciones de Antonio Miró sobre la falta de respeto de la Generalitat a los diseñadores consolidados se une ahora una nueva propuesta. Los modistos italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana, creadores de una de las firmas de ropa más prestigiosas del mundo, han decidido poner fin al ritmo frenético de los avances de temporada, ya que, según ellos, arruinan el mercado de la moda.

"Hemos decidido decir basta. Iremos a contracorriente, seremos quizá los primeros en hacerlo, pero ha llegado el momento de cambiar", aseguraba Gabbana en una entrevista que publicaba ayer el diario económico italiano Il sole 24 ore. "Hace ya un año que estamos un poco cansados de estos ritmos -explicaba-, que requieren un gran compromiso estilístico, pero sobre todo un enorme esfuerzo empresarial. Todo debe ser muy veloz y estar muy bien hecho, con un servicio siempre al máximo".

Los italianos se quejaron, igualmente, del interés "viciado" y generalizado por tener antes que nadie las propuestas de la próxima temporada, cuando, incluso, no se ha disfrutado de las prendas de la actual estación, algo que, según ellos, partió de Estados Unidos para después llegar a todo el mundo. "A base de anticipar se termina por trabajar a la vez sobre más colecciones, mientras nuestros proveedores de tejidos no tienen todavía productos nuevos que ofrecer. Es un frenesí que crea problemas a toda la industria textil", apunta Gabbana.

Según el modisto, Dolce & Gabbana empezó hace quince años sus primeros avances de temporada, pero entonces, dijo, era un fenómeno mucho más pequeño, con un interés menos "excesivo" del que existe hoy. "A mitad de noviembre veo los escaparates con minifaldas de colores y camisas. ¡Y aún no habíamos vendido los abrigos ni las pieles! ¿Estamos locos?, me dije. No se ha acabado aún la mercancía de la colección actual y ya ha llegado la de la próxima", comentó indignado Gabbana. Sus palabras recogen una realidad: que en el sector de la moda no esto es jauja y que detrás de las pasarelas, los focos y las fiestas hay gente que dedica muchas horas a sacar adelante las colecciones.

"Si nos queremos suicidar, hagámoslo entonces. Pero las cosas se deben comprar cuando hacen falta. Por ellos hemos decidido entregar todo en los tiempos adecuados, sin olvidar evidentemente que nos dirigimos a un público que ya tiene de todo y por eso en las tiendas debe haber siempre mercancía fresca", puntualizó.

Sobre la crisis económica, que afecta también a la prestigiosa firma de moda, Dolce asegura que prefiere que hayan caído las ventas de la compañía a encontrar su ropa "rebajada un 50 por ciento un mes después" de haberla sacado al mercado. Este es un momento, señaló "en el que hace falta ser muy creativos y tenemos que serlo todos, desde las panaderías hasta el gran empresario. Nosotros los italianos en la creatividad somos los mejores del mundo. Esto nos hace ser muy optimistas: la creatividad nos salvará, como siempre nos ha salvado".

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