Todo un imperio de belleza oriental sin salir de Madrid

 

Uno de los principales secretos de la belleza está en saber sacar el máximo partido tanto de nosotras mismas como de lo que nos rodea y eso precisamente se propone Maribel Yébenes con el tratamiento Imperial, el último llegado a su clínica de Madrid. Partiendo de la ancestral sabiduría china, la cosmética más avanzada nos permite sublimar lo mejor de nosotras. Como explica Yébenes, “tiene un efecto flash inmediato, perfecto para aquellas ocasiones en que quieres estar especialmente guapa”. ¡Y en sólo una hora!

 

¿En qué consiste esta revolucionaria técnica? Como en tantos otros tratamientos aquí el primer paso consiste en realizar un peeling, aunque en este caso se trata de uno ultrasónico que limpiará la piel en profundidad. Se pulveriza agua termal y después se trabaja el rostro, cuello y escote con el peeling ultrasónico, que elimina las células muertas. “Así la piel está perfectamente receptiva para asimilar los activos que se aplican a continuación”, afirma la experta.

 

Tras este primer paso se extiende un suero-gel de ácido hialurónico para hidratar la piel en profundidad y aportarle elasticidad y volumen. Se hace penetrar por medio de un láser frío, atérmico y absolutamente indoloro. “Notarás una sensación muy agradable”, nos asegura Yébenes antes de continuar explicando que “con este láser se trabaja minuciosamente durante veinte minutos todas y cada una de las líneas de expresión, así como las arrugas más incipientes o las más profundas, tanto del rostro, incluido el contorno de ojos y el óvalo, como del cuello y del escote”.

 

A continuación llega el momento del lujo, porque el siguiente paso consiste en realizar un masaje manual, profundo, con polvos de oro y proteínas de perlas. Después, se aplica una mascarilla antioxidante al té verde y tendremos un pequeño momento para la relajación, ya que Mientras la piel aprovecha los beneficios de esta mascarilla, se realiza un masaje relajante en brazos, manos y pies.

 

El tratamiento concluye con la aplicación de un elixir de soja que se extiende por cara, cuello y escote, con un suave y ligero masaje. Tras esta sesión de belleza la piel queda tersa, firme, radiante, las líneas de expresión se difuminan, las arrugas se alisan y rellenan, mientras la tez queda con una luminosidad increíble. “Es perfecto como tratamiento de efecto flash”, concluye la experta.