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Claves para recuperar el tipo tras los excesos navideños
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SALUD Y BELLEZA

Claves para recuperar el tipo tras los excesos navideños

Venga, hágalo solo una vez y si quiere olvídese inmediatamente después de todo. Repase cuántos festines pantagruélicos, copas con los amigos, cenas de empresa, aperitivos de

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Claves para recuperar el tipo tras los excesos navideños

Venga, hágalo solo una vez y si quiere olvídese inmediatamente después de todo. Repase cuántos festines pantagruélicos, copas con los amigos, cenas de empresa, aperitivos de conocidos y meriendas con roscón de Reyes se ha metido en los últimos días entre pecho y espalda y calcule cómo de bien o de mal le han sentado a su estómago y a su hígado. Volvemos a la rutina después de tanto follón y ¿qué hacer para recuperar el tipo?

La solución pasa por hacer que las toxinas no se sientan a gusto en nuestro cuerpo y estén deseando marcharse. Para ello nada mejor que aplicar a nuestra dieta unos principios radicalmente opuestos a los que hemos puesto en práctica durante las últimas dos semanas: frugalidad, vitaminas y verde, mucho verde. Es el momento de incorporar de nuevo las verduras en nuestro menú, de lanzarnos a convertir las uvas de la suerte que ya no queremos comernos en un buen zumo natural y de aferrarnos a la botella de agua de dos litros.

Cuando llega el frío tenemos ganas de beber agua, pero es precisamente ahora cuando nuestro cuerpo la necesita más: gracias a ella el proceso de limpieza interior resulta mucho más sencillo y en realidad esa cantidad no son más que ocho vasos de agua a lo largo del día.

 

Si la hidratación es fundamental, no lo es menos el ejercicio físico. La moderación ha de ser aquí la base: pasar de la apatía total, la desgana y el sedentarismo al frenesí físico total puede ser contraproducente. Lo conveniente es retomar poco a poco la actividad. Unos paseos prolongados, de hasta media hora, pueden ser el modo perfecto para comenzar a reconciliarnos con nuestro cuerpo.

 

Venga, hágalo solo una vez y si quiere olvídese inmediatamente después de todo. Repase cuántos festines pantagruélicos, copas con los amigos, cenas de empresa, aperitivos de conocidos y meriendas con roscón de Reyes se ha metido en los últimos días entre pecho y espalda y calcule cómo de bien o de mal le han sentado a su estómago y a su hígado. Volvemos a la rutina después de tanto follón y ¿qué hacer para recuperar el tipo?