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¿Será este el mejor disco del año?
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¿Será este el mejor disco del año?

Nada mejor para empezar 2009 que hacerlo con un buen disco recién salido del horno. Si hay que juzgar el año por cómo ha arrancado nos

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¿Será este el mejor disco del año?

Nada mejor para empezar 2009 que hacerlo con un buen disco recién salido del horno. Si hay que juzgar el año por cómo ha arrancado nos esperan 52 semanas cargadas de buenas referencias discográficas: cuando aún no habíamos terminado de depurar nuestros oídos de los villancicos de Boney M y la musiquita del Cortilandia cae entre nuestras manos una joya que la crítica y los fans se han apresurado a coronar como el mejor del año.  Desde este lunes está a la venta Merriweather Post Pavilion, el noveno álbum de los estadounidenses Animal Collective

 

Tristemente desconocidos más allá del circuito indie aunque con una legión incondicional de admiradores, los miembros de Animal Collective conforman la mejor esencia de la banda de rock del siglo XXI: más que un grupo son un colectivo de músicos (amigos de la escuela en este caso) sin ningún tipo de compromiso de permanencia que componen temas en equipos de entre dos y cuatro personas para luego interpretarlos en directo sin limitaciones creativas. Eso permite, por ejemplo, que cada miembro pueda participar en todos los proyectos paralelos que quiera o que algunos de ellos vivan a miles de kilómetros del resto: Panda Bear, uno de los componentes del grupo, cambió hace algún tiempo Nueva York por la bella luz de Lisboa mientras el resto permanece en EE.UU. Bendita conexión a Internet de banda ancha...

 

El proceso de creación de Merriweather Post Pavilion (nombre tomado de una sala de conciertos en su Maryland natal) ha sido tan progresivo como Animal Collective en sí: muchos de los 12 temas que componen el disco no son nuevos para quienes hayan asistido a algunos de sus últimos conciertos (por ejemplo, en la última edición del Primavera Sound barcelonés), ya que los han venido interpretando en directo durante buena parte de 2007 y 2008. Aun así, el frenesí en Internet ha llegado a cotas rayanas con el paroxismo y todo el mundo se ha apresurado para opinar si la grabación era maravillosa, una basura o simplemente, repetitiva: es decir, lo que siempre se dice cuando un grupo saca un nuevo disco.

 

El resultado hipnotiza desde el primer vistazo: es imposible mirar la portada y no marearse un poco ni dejar de pensar en el húngaro Victor Vasarely, padre del op-art, cuya influencia en ella es palpable. Pero la música, ¿qué hay de ella? En Pitchfork Media, 'biblia online' del melómano, le ponen un casi rotundo 9,6 a un disco que podría pasar por ser su trabajo más pop (se nota la influencia de Ben Allen, el mago detrás de algunos éxitos de Christina Aguilera o P. Diddy) pero que se mantiene fiel al espíritu del colectivo y aún parece exprimir los mejores momentos del Pet Sounds de The Beach Boys pero pasados por el turmix del tiempo. Su sonido sigue haciéndole a uno sentir como si fuera una molécula de agua envuelta en el nacimiento de una ola: todo comienza con una ligera fricción, arrastrándonos, mientras la velocidad y el rumbo nos hacen crecer por acumulación hasta llegar a la costa y retirarnos pacíficamente.

 

Animal Collective, una de las bandas más influyentes de esta primera década del siglo XXI, tiene ahora un sonido más domesticado que el que se puede apreciar en sus primeros trabajos y en este último larga duración parecen hallar una combinación perfecta entre las voces, las melodías y lo que siempre ha sido su fuerte: las atmósferas sonoras intensas. La inspiración tropical (¿brasileña? ¿africana?) de canciones como Brotherspot es patente y recuerda a temas como Palmitos Park, del canario El Guincho. Aun así, los aires psicodélicos marca de la casa siguen siendo la base compositiva y las letras indagan como siempre en la naturaleza humana, en sus luchas y contradicciones (My girls podría cantarse perfectamente en las manifestaciones por la vivienda: 'No quiero que parezca que me importan las cosas materiales como el estatus social, sólo quiero cuatro paredes y ladrillos de adobe para mi niña'). En tiendas o Internet, no deje escapar la oportunidad de hacerse con esta joya. A finales de año nos dice lo que le ha parecido...

En el video, Animal Collective interpretan My girls, que aparece en Merriweather Post Pavilion, en directo en el Midi-Festival French Riviera:

 

Nada mejor para empezar 2009 que hacerlo con un buen disco recién salido del horno. Si hay que juzgar el año por cómo ha arrancado nos esperan 52 semanas cargadas de buenas referencias discográficas: cuando aún no habíamos terminado de depurar nuestros oídos de los villancicos de Boney M y la musiquita del Cortilandia cae entre nuestras manos una joya que la crítica y los fans se han apresurado a coronar como el mejor del año.  Desde este lunes está a la venta Merriweather Post Pavilion, el noveno álbum de los estadounidenses Animal Collective