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A más dinero, más orgasmos ‘no fingidos’
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EL EROTICÓN

A más dinero, más orgasmos ‘no fingidos’

¿Sabía que el placer que obtienen las mujeres está directamente relacionado con el número de ceros de su cuenta corriente? ¿Y que el orgasmo femenino no

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A más dinero, más orgasmos ‘no fingidos’

¿Sabía que el placer que obtienen las mujeres está directamente relacionado con el número de ceros de su cuenta corriente? ¿Y que el orgasmo femenino no tiene nada que ver con la reproducción? Dos psicólogos han llevado a cabo un estudio con resultados tan curiosos como polémicos. La respuesta a la primera pregunta vendría dada por una de las conclusiones de la investigación, que tras analizar los ‘modos de hacer’ sexuales de 5.000 personas, afirma que la frecuencia de los orgasmos de las mujeres incrementa a la par que los ingresos económicos de sus parejas; algo así como ‘tienes más, me pones más’. La explicación a la segunda cuestión es tan simple como que las mujeres pueden quedarse embarazadas sean cuales sean sus niveles de placer.

Thomas Pollet, psicólogo de la Universidad de Newcastle, y su compañero de análisis, el profesor Daniel Nettle, creen estar en condiciones de asegurar que el doble fenómeno es fruto de una adaptación evolutiva del sexo femenino que lleva a las mujeres a elegir a su pareja en función de su calidad y que esto se traduciría en ‘compañeros más deseables provocan a las mujeres que tengan mejores orgasmos’.

Tras el análisis de estos miles de casos, de los cuales 1.534 correspondían a mujeres, los autores del estudio aseguran que “la frecuencia de los orgasmos en las mujeres incrementa con los ingresos de sus pareja" y que “hombres y mujeres están genéticamente predispuestos para explotarse el uno al otro sin piedad para conseguir las mejores oportunidades de supervivencia de sus genes”. Según han declarado Pollet y Nettle en The Times, “el orgasmo femenino es una adaptación evolutiva que permite a las mujeres elegir y retener a parejas de alta calidad”.

Que el dinero mejora la calidad de vida está claro, aunque, según los autores -y menos mal-, no es lo único factor que influye. Junto a la ‘pasta gansa’ se encuentran otros factores de atracción: “aunque aumentar los ingresos de la pareja tenía un efecto altamente positivo en la frecuencia de orgasmos sobre el que las mismas mujeres informaron en las entrevistas, los compañeros más deseables provocan a las mujeres que tengan mejores orgasmos", aseguran.

Amén de esta investigación, estudios anteriores realizados en países como Alemania o Estados Unidos han apuntado atributos como la simetría corporal y la apariencia física como causas interrelacionadas con la frecuencia de orgasmos de las mujeres, además del dinero.

Por su parte, el profesor de Psicología en la Universidad de Texas, David Buss, cree que los orgasmos femeninos podrían tener diferentes funciones. "Podrían promover la afinidad emocional con hombres de alta calidad o podrían servir como una señal de que las mujeres están altamente satisfechas sexualmente y, por lo tanto, no buscarán sexo con otros hombres". El psicólogo resume esta teoría como `lo que los orgasmos están diciendo es ‘soy extremadamente leal, así que deberías invertir en mí´´. ¿Llegarían a la misma conclusión investigadoras del sexo sobre el que versan los estudios? ¿Llegaremos a ver algún día un titular como ‘Nos excitamos sólo por el dinero y físico’? Mientras no llegue, nos tendremos que conformar con creernos -o no- estas conclusiones.

¿Sabía que el placer que obtienen las mujeres está directamente relacionado con el número de ceros de su cuenta corriente? ¿Y que el orgasmo femenino no tiene nada que ver con la reproducción? Dos psicólogos han llevado a cabo un estudio con resultados tan curiosos como polémicos. La respuesta a la primera pregunta vendría dada por una de las conclusiones de la investigación, que tras analizar los ‘modos de hacer’ sexuales de 5.000 personas, afirma que la frecuencia de los orgasmos de las mujeres incrementa a la par que los ingresos económicos de sus parejas; algo así como ‘tienes más, me pones más’. La explicación a la segunda cuestión es tan simple como que las mujeres pueden quedarse embarazadas sean cuales sean sus niveles de placer.