El plagio de los Gucci

Aunque tienen un apellido que es sinónimo del lujo más absoluto las oscuras tramas de la familia Gucci parecen más bien salidas de una infrahistoria de los suburbios. Asesinatos, denuncias judiciales... y ahora plagio. Jennifer Gucci, ex esposa del heredero de la marca Paolo Gucci, y su hija Gemma han sido denunciadas por Gucci América por utilizar el apellido de la familia en una línea de productos cosméticos.

La Corte Federal de Manhattan fue testigo durante la semana pasada de la ida y venida de documentos legales en los que los abogados de la filial estadounidense de la firma italiana acusaban al abogado de Jenny, Edward Litwak, de intentar vender acuerdos de licencias a pesar de que no tenía ninguno que vender.

John Maltbie, abogado de la firma, no se anda con rodeos a la hora de definir la actividad de Litwak: “Debe quedar claro ante este tribunal que Litwak es simple y llanamente un estafador. Ha embaucado a numerosos individuos fuera de sospecha al pedirles cientos de miles de dólares a cambio de licencias por usar los nombres Jennifer Gucci y Gemma Gucci”. Ropa de cama, toallas o albornoces estarían en la gama de productos que se pensaban comercializar.

 

La ex esposa del heredero ha negado todas las acusaciones y Litwalk asegura que aunque discutió los acuerdos de licencia no llegó a firmar ninguno, según informa la web NY Daily News.

 

La relación de Jennifer con su ex marido y su ex familia política nunca ha sido buena. Nada más divorciarse consiguió que su marido acabara en la cárcel por no pagar medio millón de dólares como pensión para su hija y el año pasado publicó un libro que levantó la polémica sobre la familia. Gucci Wars: How I Survived Murder and Intrigue at the Heart of the World’s Biggest Fashion House (Las guerras de Gucci: Cómo sobreviví al asesinato y a la intriga en el corazón de la mayor casa de modas del mundo), en el que relataba con todo lujo de detalles su relación con el multimillonario.

 

Paolo Gucci, artífice de la exitosa introducción en el mercado estadounidense de la firma que creó su abuelo, había muerto en 1995 después de conseguir que su padre, Aldo Gucci, acabara en la cárcel por evasión de impuestos. Su colaboración con la policía fue fundamental para que Aldo fuera a prisión.

 

Los líos de los Gucci no terminan ahí. En 1998 Patrizia Reggiani fue acusada de la muerte de Maurizio Gucci, primo de Paolo, y la prensa italiana no tardó en rebautizarla con el sobrenombre de ‘la viuda negra’. En aquel momento Jennifer salió en su defensa: “Todos los hombres Gucci son iguales, amorales. Son unos playboys multimillonarios”.