Estética masculina, un mercado en expansión
Si recuerdan aquello de “el hombre como el oso, cuanto más feo, más hermoso”, quizás le induzca a pensar que aquellos varones que cuidan meticulosamente su
Si recuerdan aquello de “el hombre como el oso, cuanto más feo, más hermoso”, quizás le induzca a pensar que aquellos varones que cuidan meticulosamente su belleza son algo “raros”, pero esto ya pasó a la historia. El mercado de la estética masculina, tanto en el aspecto cosmético como médico-estético, se ha disparado considerablemente. Hoy en día, podría decir que aproximadamente “el 15 al 20 % de los pacientes que entran en mi consulta son hombres”, dice el Dr. Moisés Amselem, de la Clínica Francesa Dray de Medicina Estética de Madrid.
En la actualidad, cualquier hombre usa mucho más que jabón, champú y crema de afeitar para cuidar su belleza. En lo que a la Medicina Estética respecta, se puede decir que, una vez que el hombre comienza a tratarse mediante diferentes procedimientos médico-estéticos, puede llegar a ser tanto o incluso más fiel que las mujeres.
El hombre tiene una piel más firme y gruesa y envejece más tarde pero, sin embargo, de manera más brusca. Además, la cantidad de grasa cutánea secretada por el hombre es mucho mayor por razones hormonales; por ello, tiene más imperfecciones y brillos. Los factores que más suelen preocuparle en lo que al rostro se refiere son: signos de cansancio asociados al estrés, sequedad de la piel, bolsas en los párpados y ojeras, descolgamiento por flacidez de la cara que acentúan determinados pliegues o surcos y las arrugas de expresión.
Los tratamientos que podría considerar como más utilizados y seguros son desde punto del vista Dr Amselem, mesoterapia facial mediante vitaminas y ácido hialurónico como ‘Restylane Vital White’; elementos de relleno (por ejemplo para los surcos nasogenianos como ‘Perlane’, ‘Juvederm’ o ‘Teosyal’, los tres principales ácidos hialurónicos); colágeno hidrolizado (‘Evolence’); elementos de sujeción de la cara (Atléan: Beta Fosfato Tricálcico con ácido hialurónico, que induce la formación de nuevo colágeno); y, cómo no, para las arrugas de expresión: ‘Vistabel’ (toxina botulínica).
Otras posibilidades de tratamiento son ojeras (‘Evolence Breeze’), labios (‘Restylane Lipp’, ‘Teosyal Kiss’ o ‘Evolence Breeze’) y manchas u otras imperfecciones de la piel a base de peelings, IPL (Luz pulsada intensa) o láser fraccionado.
En definitiva, queda constatado que el hombre actual es un consumidor potencial al que se debe cuidar y mimar. La fidelización y ofrecer productos competentes que se acoplen a sus exigencias van a ser fundamentales para captar al máximo su atención hacia un sector al que, tradicionalmente, no se ha sentido vinculado.
Si recuerdan aquello de “el hombre como el oso, cuanto más feo, más hermoso”, quizás le induzca a pensar que aquellos varones que cuidan meticulosamente su belleza son algo “raros”, pero esto ya pasó a la historia. El mercado de la estética masculina, tanto en el aspecto cosmético como médico-estético, se ha disparado considerablemente. Hoy en día, podría decir que aproximadamente “el 15 al 20 % de los pacientes que entran en mi consulta son hombres”, dice el Dr. Moisés Amselem, de la Clínica Francesa Dray de Medicina Estética de Madrid.