Los beneficios estéticos de la vinoterapia

Hoy en día cualquier ingrediente puede ser usado como un elemento cosmético más. No hay semana en que no salgan a la luz nuevos estudios y productos que alaben el uso de alimentos a fin de embellecer nuestro aspecto. En este sentido, el vino se ha convertido en uno de eso últimos tratamientos porque, según dice, su utilización con fines estéticos es realmente increíble. Y eso sí, es apto para todos los públicos ya que es físicamente imposible que alguien pueda emborracharse con un simple baño en tan ‘querido’ líquido.

 

La vinoterapia (que es cómo se suele denominar a los tratamientos con vino o uva) nació en Francia de la mano de Matilde Cathiard y Bertrand Thomas a finales de la década de los años noventa, quiénes asimismo fundaron el primer centro de estética (Les Sources de Claudalie) basado en el uso del vino. No obstante se acepta que fue Italia el país que extendió a todo el mundo las propiedades y beneficios del mismo.

 

Múltiples propiedades

 

Pero, ¿qué se entiende por vinoterapia? ¿qué clase de tratamientos cosméticos se derivan del vino?  Actualmente se realizan todo tipo de tratamientos: relajantes, rejuvenecedores, reductores, reafirmantes y circulatorios. Y es que los expertos aseguran que se consigue reducir el abdomen, afirmar los glúteos, tonificar los senos y rejuvenecer la piel.

 

Obviamente, el vino tiene una gran cantidad de propiedades. De hecho muchos médicos aconsejan tomar un vaso al día (ni uno más) para prevenir la formación de trombos así como ayudar a reducir el colesterol. En el campo estético se sabe que es antioxidante lo que ayuda a la regeneración de las células. Esto hace que la piel se libere de las células muertas. Así se activa la circulación protegiendo el sistema circulatorio y reforzando las paredes capilares de venas y arterias, favoreciendo la microcirculación  y el sistema cardiovascular.

 

De igual forma esos antioxidantes evitan el envejecimiento de las células, llegando, incluso, a reducir las arrugas ya existentes. También protege a la piel de agresiones provocadas por el medio ambiente como las temidas manchas solares. Por otro lado, contiene las vitaminas B1 y B2 cuya funciones son las de nutrir la piel, aportar elasticidad y también firmeza.

 

Tratamientos variados

 

Existen distintos tratamientos aunque los más comunes y aceptados son los siguientes: en primer lugar habría que mencionar los tradicionales peelings corporales y faciales realizados con semillas de uva o, en su defecto, el aceite de la semilla de la uva combinado con otros ingredientes. También hay que mencionar la envoltura del cuerpo a fin de sudar con extracto de uva roja, aceite de semilla de uva y arcilla.

 

Por último, encontramos los baños termales, basados, como su nombre indica, en un baño con vino en una bañera de hidromasaje. Si bien todos estos tratamientos se realizan en centros especializados o spas, también se pueden adquirir cremas hechas a base de uvas y vino. Los más perezosos pueden prepararse un propio baño relajante en casa añadiendo al agua cuatro vasos de vino blanco y una taza de miel.