Los occidentales se rinden a los encantos del shiitake

Una escena bastante frecuente en los restaurantes de comida china: ¿Sabe ya lo que va a tomar? Sí, hoy me apetece comer ternera con bambú y setas chinas. Hasta ahí todo correcto. Sin embargo, ¿alguno se ha preguntado alguna vez a que tipo de setas se refiere el plato? Para aquellos que no hayan investigado en este sentido habría que explicar que se trata del shiitake, una hongo que se cultiva en China en los troncos de los árboles y que se caracteriza por presentar un sombrerillo más bien grueso y con fisuras blancas.

 

Pese a ser una gran desconocida, al menos de nombre y propiedades, lo positivo es que se ha convertido en la tercera especie más consumida de Estados Unidos según un reciente estudio elaborado Michael A. Gold, Mihaela M. Cernusca y Larry D. Godsey, de la Universidad de Missouri, que han descubierto asimismo que su producción en el país norteamericano ha crecido de manera notable debido a la alta demanda (en los últimos cinco años) así como a los bajos costes iniciales. Actualmente existen dos técnicas de cultivo de este alimento: mediante la agrosilvicultura o agricultura forestal o en el interior de invernaderos, eso sí en troncos previamente dispuestos para tal fin.

 

Una seta con mucha solera

 

El shiitake empezó a cultivarse en China hace más de 1000 años (lo que no quiere decir que no se consumiera algo antes), según se atestigua en un documento escrito por Wu Sang Kwuang, quién vivió durante la Dinastía Song (960-1127). Años más tarde, en la Dinastía Ming (1368-1644) se descubrió que podía ayudar a prevenir y curar enfermedades, tal y como hoy se admite.

 

A diferencia de lo que ocurre con los occidentales, que usualmente suelen tomar la seta fresca, en las cocinas China y Japonesa es usada para elaborar un sinfín de platos y combinaciones, dejando a un lado la tradicional ternera con bambú y setas chinas. Con ella se hacen sopas, como el dashi (caldo de pescado). También se suele secar y vender en paquetes envasados al vacío. Un apunte curioso: en Rusia se comercializan en botes de conserva con vinagre.

 

Beneficios para la salud

 

Pero más allá de su agradable sabor y textura gelatinosa, lo cierto es que se trata de un alimento con increíbles beneficios para la salud. Se sabe que su consumo reduce los niveles de colesterol en sangre y mejora el sistema inmunológico (sobre todo en resfriados y alergias). Incluso se han realizado investigaciones que señalan que podría tener propiedades anticancerígenas.