El sexo de las flores
Hubo un tiempo en que hablar del sexo de las flores era como referirse al sexo de los ángeles: no existía para los científicos. Habría que
Hubo un tiempo en que hablar del sexo de las flores era como referirse al sexo de los ángeles: no existía para los científicos. Habría que esperar hasta el siglo XVIII para que un aclamado botánico y médico sueco, Carl Linnaeus (1707-1778), planteara su existencia, una cuestión controvertida a la vez que revolucionaria desde el punto de vista intelectual. El fotógrafo Edvard Koinberg desarrolla estas ideas bajo un nuevo prisma gracias a un gran conjunto de imágenes recogidas Las flores y el sexo, un libro que acaba de publicar en España la editorial Taschen.
Hubo un tiempo en que hablar del sexo de las flores era como referirse al sexo de los ángeles: no existía para los científicos. Habría que esperar hasta el siglo XVIII para que un aclamado botánico y médico sueco, Carl Linnaeus (1707-1778), planteara su existencia, una cuestión controvertida a la vez que revolucionaria desde el punto de vista intelectual. El fotógrafo Edvard Koinberg desarrolla estas ideas bajo un nuevo prisma gracias a un gran conjunto de imágenes recogidas Las flores y el sexo, un libro que acaba de publicar en España la editorial Taschen.