Joyas de alquiler para portadas de revista

La jet marbellí ya no tiene dinero para joyas. Al menos, para esos ‘pedruscos’ con gemas imposibles que sólo se pueden ver en películas como Desayuno con diamantes o en la mano de alguna actriz famosa luciendo palmito sobre la alfombra roja de los Oscar. A los árabes tampoco les sobra el dinero. Son más comedidos. Ahora, con el petróleo a la mitad de precio que hace un año, miran más por su cartera y no compran cualquier cosa. “Se han occidentalizado y son más selectivos”, comentan desde una firma de lujo.

La joyería data desde la existencia misma del hombre. Tal vez por eso no deja de ser un elemento clave que sirve de eslabón para distinguir la majestuosidad de las que portan estos brillos de las demás mortales de abalorios insignificantes. Los empresarios de este arte conocen el poder que conlleva este frágil metal y dentro de los saraos veraniegos nunca han faltado los eventos para promocionar las colecciones de estos lujosos diseños. Sin embargo, las joyas que luce este año Marbella o han tenido que ser empeñadas para pagar fianzas o, en el mejor de los casos, son prestadas.

La afamada localidad malagueña se ha quedado sin los brillos de antaño. Las mejores firmas se esmeran con sus piezas para crear auténticas obras de arte. Cualquier excusa vale: relojes, anillos, moda, grabados, pendientes, pulseras, complementos, brillantes, gargantillas, gemelos, bisutería juvenil, infantil, alhajas... De la artesanía al sofisticado diseño. La tradición y lo moderno sintetizados en uno: Bulgari, Chopard, Van Cleef & Arpels, Cartier… Estas casas de joyas eran habituales en las veladas veraniegas marbellíes. Este año, sin embargo, brillan… pero por su ausencia en eventos destacados con rostros de glamour.

La publicidad más cercana que ha tenido la joyería del griego Sotiris Boulgaris en Marbella este verano, ha sido la de prestar a Gunilla Von Bismarck los joyones que lleva para la foto de la portada de Vanity Fair (colgante, pulsera y anillo incluido). La firma ahora tiene expuesta esta colección en una vitrina del Nikki Beach, el recinto donde los nuevos ricos se descorchan botellas de champagne en plena cara.

Puede que algún día el rostro de la valkiria condesa quede prendido en las paredes de tela de fondo negro junto a los rostros de algunas famosas actrices que llevaron las joyas de Bulgari, como Sofía Loren, Ingrid Bergman, Gina Llollobrigida o Elisabeth Taylor, de quien Richard Burton decía que la única palabra que sabía decir en italiano la actriz era Bulgari.

La crisis también está afectando a este sector. Un directivo de una conocida firma de lujo se echaba las manos a la cabeza cuando una de las princesas árabes, hermana del príncipe Salman, llegaba con todo su séquito a la tienda de Puerto Banús y, pieza por pieza, preguntaba a los dependientes, “How much? How much? How…”, para poco después salir por la misma puerta por la que había entrado sin casi haber comprado nada. Apenas 2.500 euros frente a los 100.000 que se solía gastar antes de una tacada y sin pestañear.

Ira de Fürstenberg, la princesa de diseño

Amante del arte y de las buenas costumbres la princesa Ira de Fürstenberg vuelve esta semana al Marbella Club con sus piedras semipreciosas diseñadas por ellas misma. No es la primera vez que la aristócrata monta una exposición de este tipo. Hace dos veranos presentaba en este enclave 80 vitrinas con una serie de objetos transformados por ella también y con toque personal que utilizó para fines benéficos. Ahora, la que fue durante décadas uno de los personajes favoritos de la prensa rosa será de nuevo el punto de mira de los fotógrafos el próximo jueves.

Desde Sotogrande, donde pasa sus vacaciones, la aristócrata afirma que está volcada en esa faceta creativa y confiesa, hacer este tipo de exposiones le divierte mucho. Ira es otra de las grandes de Marbella que se ha ido a pasar sus vacaciones de verano al enclave gaditano donde ha alquilado una casa. La ex mujer del príncipe Alfonso de Hohenlohe reúne allí a su familia para celebrar el próximo día 8 el funeral de su hijo mayor, Christopher, que falleció hace un año en extrañas circunstancias.