Esmeralda Maris, la piedra más preciosa de Fuerteventura

En el lejano oeste, entre los ríos bravos que escalaban rocosas montañas correteaban pepitas de oro que de vez en cuando pocos afortunados vaqueros alcanzaban a vislumbrar, tras revolver piedras, tierra y agua, presos de un ansia febril.

A nosotros, enfermos de otro tipo de de fiebre llamada estrés, no nos hace falta  herramienta alguna para encontrar un dorado regalo. Basta con coger un avión, aterrizar en la isla de Fuerteventura y encaminarnos hacia Jandía, al sur de la isla.

En la bahía de Costa Calma se encarama el complejo Esmeralda Maris, un grupúsculo rojizo de bungalows, que otorga a esta isla virgen un brillo intenso pero que no llega cegar. Es la medida que tienen las cosas en este hotel coqueto y esforzado que lleva funcionando desde 2002. El toque de lo que está bien hecho, pero sin estridencias. Todo en este enclave está pensado para el agrado de los clientes, pero sin llegar a empalagarlos, porque es así cómo se consigue que una estancia que gusta, llegue a enamorar gracias a futuras visitas.

Refugios como viviendas

Los huéspedes se alojan en amplios refugios, nada de habitaciones en masa y ladrillo, sino una serie de cabañas a media altura casi personalizadas con lujos no tan medianos. Existen 82 unidades de diferente tipo: de un dormitorio, de dos dormitorios o estudios. Cada uno de ellos cuenta con salón cocina comedor, dormitorio y baño, éste además, con una enorme bañera. Las comodidades en estas pequeñas ‘viviendas’ pasan por una decoración moderna y sencilla y se detienen en detalles como camas extragrandes (2x2 metros), dos terrazas con vistas al mar o una equipación envidiable en la cocina.

Es la singularidad del Esmeralda, que a pesar de tratarse de un hotel al uso, también ofrece a los clientes la posibilidad de hacer una vida autónoma dentro de la ‘comunidad’, con horarios y costumbres propias, ya que el buffet –donde se sirve cocina internacional- sólo abre por la mañana y por la noche. Así, cada huésped, puede organizarse el día a su antojo, comer en ‘su’ casa y por supuesto, disfrutar de las ventajas del resto del hotel, que merecen y mucho, la pena.

El edificio principal tiene tres plantas, se abre hacia el sur y se sitúa sobre la playa de Sotavento. O frece a sus clientes un hall de entrada con ascensores, una sala de estar, un minimercado y un restaurante. También destaca la amplia piscina rodeada de césped, junto con numerosas tumbonas donde la tranquilidad se pasea entre palmeras.

El resto de prestaciones van más allá del típico 'siesta y playa', habitual en otras ofertas. Por un lado, gimnasio y piscina para los más inquietos y los que no quieren perder ritmo, y para el resto, casi todos, un completísimo centro de bienestar, que para eso estamos de vacaciones.

Descanso asegurado

Esta zona wellness cuenta con baño turco, sauna, sanarium, cabinas de masaje, jacuzzi, piscina climatizada y cualquier atención imaginable para conseguir el anhelado descanso. Con estas credenciales, está claro que el hotel pone de su parte para acercarnos al paraíso… nosotros sólo tenemos que cruzar sus puertas, es decir, adentrarnos en el entorno que rodea al Esmeralda.

Como un diamante enterrado en arena, el desierto canario es el protagonista del espacio que rodea al Esmeralda: hectáreas y hectáreas de playas kilométricas -algunas superan los 20 km- nos invitan a escapar entre dunas, espuma y sol. No habrá más compañía, ya que la virginidad en esta zona es sagrada, y el terreno se encuentra a salvo de construcciones, centros comerciales o monumentos que pudieran osar arrancarle ese aire de naturaleza salvaje.

A buen seguro que tampoco desearemos buscar nada más, sólo disfrutar del placer de que nadie nos encuentre.

Esmeralda Maris Club de Bungalows

Dirección: C/ Punta del Roquito, nº 1. Costa Calma, Fuerteventura.

Teléfono: 928876100.

Fax: 928876095.

Web:  www.esmeralda-maris.com

Blog: http://barraganturismo.wordpress.com

Habitaciones: 47 Bungalows de 1 habitación con vistas al mar; 35 bungalows de 1 habitación sin vistas al mar; 7 bungalows de 2 habitaciones con vistas al mar; 5 estudios con dormitorio, cocina y salón en una sola estancia. Dotados de mobiliario de Rattan, teléfono de línea directa, caja fuerte, radio, televisión vía satélite o por cable, camas extra grandes, ventilador, aire acondicionado regulable, microondas, nevera, congelador, tostadora y cafetera eléctrica.

Instalaciones: Restaurante-buffet, piscina, spa, gimnasio.

Precio: Entre 95 y 142 euros, según el tipo de bungalow.

Prestaciones adicionales: limpieza de bungalows, (cinco veces por semana), recambio de las toallas (tres veces por semana) y recambio de las sábanas de las camas (dos veces por semana). La recepción tiene atención permanente.