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La publicidad gratis hace de Malasaña la reina de Facebook
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La publicidad gratis hace de Malasaña la reina de Facebook

“En tiempos de crisis están los que lloran y los que venden pañuelos”, y en la calle de La Palma prefieren ser de los segundos. La

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La publicidad gratis hace de Malasaña la reina de Facebook

En tiempos de crisis están los que lloran y los que venden pañuelos”, y en la calle de La Palma prefieren ser de los segundos. La frase pronunciada por Miguel Bemfica, director general creativo de JWT Delvico, es el resumen perfecto de la iniciativa que esta agencia de publicidad ha puesto en marcha con los comerciantes de la calle en la que se encuentra su sede madrileña.

De un modo completamente gratuito han creado para sus vecinos unas rompedoras campañas de publicidad que sitúan a estos pequeños comercios, en ocasiones negocios muy tradicionales como ultramarinos o costureras, en línea con las últimas tendencias en marketing y comunicación. Algunos han pasado de 1970 a 2009 a golpe de clic.

 

A través del sitio web callelapalma.com, los propietarios de tiendas como Bodegas Rivas o Arreglos Buenos se han convertido de la noche a la mañana en estrellas de la red gracias a la imaginación de los creativos de Delvico, que han desarrollado para ellos perfiles en Facebook y piezas publicitarias audiovisuales. Entre los anunciantes hay todo tipo de tiendas y locales: la librería Arrebato en el número 21; la tienda de cine Gilda en el 16; el restaurante Gumbo Ya-Ya, con gastronomía procedente de Nueva Orleáns, en el 63; o la tienda de juguetes sexys Sexapilas, en el 67.

Otro ejemplo: al otro lado de Arrebato Libros, también en el número 21, los hermanos Relloso tienen su tienda de coloniales. Joaquín y Pedro llegaron de Burgos en los años 70 y desde entonces regentan en el número 21 de la calle un colmado de los de toda la vida en el que uno puede comprar pasta, leche, patatas y –ésta es la especialidad de la casa– llevarse ya hecho un espléndido bocata artesanal que ‘canta sevillanas’, porque en este abarrote los bocadillos se hacen mientras Carmen Sevilla suena en el transistor.

Su anuncio en vídeo, que se puede ver a la izquierda de este párrafo, tiene un punto surrealista que parece sacado de la mente de Joaquín Reyes y los cabecillas de Muchachada Nui y es de los más visitados de la web. No en vano “hasta hace un mes no tenían Facebook y ahora tienen más amigos que yo”, bromea Bemfica.

Los comerciantes están aprendiendo a hacerse con las herramientas y en poco tiempo podrán encargarse ellos mismos de gestionar el web. Bemfica cree que este será el momento en el que ellos arrancarán por sí mismos: “No les estamos dando pescado, sino enseñándoles a pescar”.

Echando una mano a los vecinos

Pocos lugares representan tan bien en Madrid las tensiones entre lo tradicional y lo moderno como Malasaña. Una vez superada la vorágine mainstream de la calle de Fuencarral lo que uno se encuentra en este barrio -al menos de día- es un entramado de calles tranquilas llenas de pequeñas tiendas. Tienen en común un trato cercano y la especialización de sus contenidos, pero poco más: a continuación de una librería de viejo puede haber un café y luego una tienda de carteles de cine, una galería de arte o una bodega. Pocas cosas en común, al menos en principio.

Cuanta más notoriedad tenga la calle, mejor para las tiendas.

Primero pensaron en camisetas con los logotipos de las tiendas, pero “concluimos que no les ayudaban mucho. Hicimos una página web para la calle y a partir de ahí la viralidad ha hecho el resto del trabajo”. Bemfica, brasileño que llegó a Madrid hace un año y se ha convertido en un amante más de Malasaña, no puede ocultar su emoción ante el éxito del proyecto.

Por supuesto, a JWT Delvico también le viene muy bien haber desarrollado este proyecto. El hecho de trabajar altruistamente siempre vende buena imagen, pero no sólo eso: “Es como un entrenamiento para los grandes partidos que cada día tenemos que jugar en la agencia”, explica Bemfica. Y en definitiva, como él mismo dice, “cuanta más notoriedad tenga la calle será mejor para los comerciantes, ya vendan bocadillos, camisetas o publicidad”.

En tiempos de crisis están los que lloran y los que venden pañuelos”, y en la calle de La Palma prefieren ser de los segundos. La frase pronunciada por Miguel Bemfica, director general creativo de JWT Delvico, es el resumen perfecto de la iniciativa que esta agencia de publicidad ha puesto en marcha con los comerciantes de la calle en la que se encuentra su sede madrileña.