Demi Moore, invitada de lujo en la inauguración de la boutique de Cartier en San Petersburgo

Después de permanecer ausente durante casi un siglo, Cartier abre su primera boutique en la llamada Venecia del Norte: San Petersburgo. A orillas del Moyka, un afluente del río Neva cuyo brillo se refleja en la fachada de esta lujosa tienda, la firma de alta joyería ha elegido la que en su día su día fue centro de la vida rusa para inaugurar de forma muy especial esta nueva Maison Cartier.

Un cóctel de recepción, seguido de una cena en el Castillo Mikhailovsky y un crucero nocturno por el río, dieron la bienvenida a este nuevo espacio, que ocupa una mansión privada cuya fachada aúna tonos rojos, blancos y bronce, al más puro estilo de los edificios históricos de San Petersburgo.

Algunos rostros conocidos, ataviados con sus mejores galas, se dejaron ver en la fiesta de inauguración de la tienda el pasado 22 de mayo. Y es que no sólo la alfombra roja de Cannes ha contado con glamour estos últimos días. La actriz estadounidense Demi Moore hizo su aparición estelar a bordo de un yate, del que descendió del brazo del presidente de Cartier Internacional, Bernard Fornas. Vestida con un elegante traje negro largo, la actriz no dudó en lucir su esbelta figura, completando su estilismo con unos pendientes de diamantes coronados por una esmeralda, a juego con un brazalete de diamantes de la firma.

Recibidos por un enjambre de paparazzi, los más de 300 invitados, entre ellos Alejandro, el príncipe heredero de Yugoslavia (bisnieto de la Gran Duquesa Pavlona) y su esposa, la princesa Katherine, continuaron la velada en el Castillo Mikhailovsky, una espectacular fortaleza erigida por Pablo I, elegida por Fornas para este acontecimiento tan especial. Aquí tuvo lugar la cena de gala que fue precedida por un concierto privado bajo la batuta del maestro Valery Gergiev. Asimismo, el arquitecto paisajista Louis Benech creó un jardín de estilo francés en la entrada del castillo, para completar este idílico escenario.

Finalmente, tras la cena, los huéspedes subieron a bordo de un barco para realizar un mágico crucero a lo largo del río Neva. Un punto y final inigualable para dar por concluida una noche de lo más especial, a la altura de los antiguos zares rusos.